El 26 de agosto fuentes cercanas al Cardenal dijeron a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI –, que el Purpurado estaría ejerciendo su apelación final y que, si bien la mayoría de los casos de "permiso especial para apelar" no fueron otorgados por el Tribunal Superior, su caso probablemente sería aceptado dada la controversia provocada por la decisión dividida en la sentencia del Tribunal de Apelaciones.
Al tratar de llevar su caso ante la Alta Corte en Canberra, la suprema corte de Australia, el Cardenal Pell estará ejerciendo su última vía legal para dar vuelta a la condena que ha dividido a la opinión nacional e internacional.
Varios medios de comunicación australianos han informado que el Arzobispo mantendrá el mismo equipo legal que presentó su caso en Victoria, dirigido por Brett Walker SC.
El Cardenal fue declarado culpable el 11 de diciembre de 2018 por cinco cargos de abusos contra dos coristas ocurridos mientras era arzobispo de Melbourne en 1996 y 1997. Según las denuncias, los hechos ocurrieron después de la Misa dominical.
Fue sentenciado a seis años de prisión, de los cuales debe cumplir al menos tres años y ocho meses antes de poder solicitar la libertad condicional.
El Cardenal, de 78 años, quien sigue siendo arzobispo y miembro del Colegio de Cardenales, fue devuelto a la prisión inmediatamente después de culminada la sesión del 21 de agosto. Hasta entonces había cumplido un régimen de aislamiento de 176 días.
En un comunicado publicado horas después de la sesión de la semana pasada, la portavoz del Purpurado, Katrina Lee, indicó que "el Cardenal Pell obviamente está decepcionado con la decisión" de los jueces y que “mantiene su inocencia”.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.
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