Un amable lector me hizo una indicación acerca de una afirmación que aparece en uno de mis libros. El lector, que era un laico, debió pensar que no tendría muy en cuenta su comentario por no ser él sacerdote. Pero el comentario era muy bueno, muy adecuado y demostraba lo profundas que eran las lecturas de ese laico.
Desde ese día, llevo dando vueltas a un asunto y, con toda sinceridad, os pido ayuda. La cuestión es si la condena de una afirmación teológica por parte de un tribunal de la inquisición, cuya sentencia fuera aprobada por el papa, aprobada expresamente, constituiría magisterio papal.
O dicho de otro modo, ¿estoy, en conciencia, obligado a cambiar una afirmación de uno de mis libros por ese hecho? ¿O ese hecho no constituye magisterio al que tenga obligación de someterme?
Este blog lo lee gente a la que yo tengo en la mayor consideración. Por eso os pido si alguien puede aportar algo. El documento Ad tuendam fidemlo he leído y meditado incontables veces. También he pedido consejo a un sacerdote muy preparado, pero no logro total claridad en este asunto.
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