El Magníficat (magnificat en latín) es un cántico y una oración que proviene del evangelio de Lucas (Lucas 1:46-55). Reproduce las palabras que María, dirige a Dios en ocasión de su visita a su prima Isabel (Lucas 1:39-45), esposa del sacerdote Zacarías. Isabel llevaba en su seno a Juan el Bautista (Lucas 1:5-25).
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre.
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