Ciudad del Vaticano (AICA): ¨La vida es un camino. Caminen siempre buscando a Dios, atentos, incansables y valientes. Y siempre con el Evangelio en la mano¨, dijo el papa Francisco durante el rezo del Ángelus ante la multitud que se reunió en la Plaza de San Pedro tras la misa por la solemnidad de la Epifanía. ¨Dios no reserva su amor para algunos privilegiados, sino que lo ofrece a todos, porque es de todos el Creador y el Padre, y de todos quiere ser el Salvador. Estamos llamados a dar una gran esperanza a cada persona¨, subrayó.
El pontífice recordó que "con su gesto de adoración, los Magos testimonian que Jesús ha llegado a esta Tierra para salvar no sólo a un pueblo, sino a todas las gentes. Por eso, en la fiesta de hoy la mirada se extiende al mundo entero, para manifestar la salvación y el amor de Dios a todos los pueblos".
"Dios no reserva su amor para algunos privilegiados, sino que lo ofrece a todos, porque es de todos el Creador y el Padre, y de todos quiere ser el Salvador. Estamos llamados a dar una gran esperanza a cada persona", señaló el Papa y agregó: "Dios también ama a aquellos que están lejos del Señor. Dios les ama, y les está buscando siempre, porque su amor es apasionado y fiel. El amor de Dios es humilde, tan humilde".
Francisco afirmó que "el Evangelio nos describe el viaje de los Magos como un camino hacia el encuentro con Dios. Ellos estuvieron atentos a los signos que le indican la presencia, son incansables para afrontar las dificultades en esa búsqueda".
Y destacó: "Son valientes para ir al encuentro del Señor. La experiencia de los Magos nos enseña a caminar. Tenemos que ser incansables y valientes. Cada cristiano tiene que caminar atento, incansable y valiente".
El Papa instó a Cristo "caminando, atentos, incasables, valientes. Mirando al cielo, y mirando en el signo de la estrella eso que habla a nuestros corazones, esa estrella que guía a cada hombre, que es la Palabra de Dios, que es luz, que orienta nuestro camino. Que nutre nuestra fe, que la regenera".
"La Palabra de Dios renueva", concluyó y pidió a los fieles "no olvidar nunca leer ni meditar la Palabra cada día, como una llama que llevamos dentro para alumbrar nuestros pasos y a quien camina junto a nosotros, y que a veces no encuentra el camino. Siempre con la palabra de Dios en la mano, con el evangelio en la bolsa".+
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