Según recoge la agencia Andina, Carmen Omonte recientemente calificó como un derecho de los adolescentes el acceso a “servicios de salud sexual y reproductiva”, y expresó su deseo de que estos sean incluidos en el nuevo Código del Niño y del Adolescente, que se debate en el Congreso.
Omonte aseguró que estos servicios “deben extenderse tanto a las niñas y las adolescentes menores de catorce años embarazadas o con hijos, como a los niños y a los adolescentes que tienen hijos o van a ser padres”, y además “deben ser gratuitos, accesibles y confidenciales”.
Por su parte, citado en el boletín 274 del PRI, Paul Ramos advirtió de los peligros de la aprobación de la norma propuesta por la ministra Omonte.
Ramos aseguró que “en realidad no existe ninguna definición de ‘servicios de salud sexual y reproductiva’ que esté consensuado. No existe”.
“Yo trabajo en la especialidad casi 20 años y no hay consenso, no existe un consultorio de salud sexual y reproductiva que tenga una sola identidad, puede significar muchas cosas”.
El experto advirtió que “existen países donde servicios de salud sexual y reproductiva es distribución de anticonceptivos y, si estos fallan, es acceso al aborto”.
Ramos criticó además que en el proyecto, con la redacción que promueve la ministra peruana, distancie a los padres de la educación sexual que reciben sus hijos.
“Yo tengo dos hijos uno de 14 y otro de 17 años y 6 sobrinos, y me encanta jugar y conversar con ellos como la mayoría de padres y madres de todo el país, y que queremos tener una llegada directa con ellos, para luego al momento de la adolescencia darle los consejos que a nosotros nos han servido”.
Para el experto en salud, “cualquier cosa que te cierre esa posibilidad para mi es mala”.
Ramos advirtió que una de las propuestas de modificación del Código del Niño, similar a lo que solicita la ministra de la Mujer, “dice lo siguiente: Brindar servicios de salud sexual y reproductiva - léase algo no definido - y que encima sea confidencial. (Esto) significa que el papá no sabrá lo que el hijo está recibiendo, como información y como disponibilidad de métodos”.
El experto recordó que está demostrado “que la educación sexual con distribución de anticonceptivos no ha funcionado desde el punto de vista científico, y entonces no podemos promover una acción determinada que se ha demostrado incluso ser opuesta. Aumentaron los embarazos en adolescente según lo publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal”.
A diferencia de lo propuesto por la ministra peruana, indicó Ramos “para nosotros el enfoque es el de la familia. Nosotros queremos que todas las políticas públicas fortalezcan a la familia, porque si usted fortalece la familia va a tener mejores hijos, ancianos, madres y todas la poblaciones vulnerables saludables”.
“Cuando uno habla del joven y solo ve el aspecto sexual se saca un porcentaje amplio de su realidad que es la capacidad de educación, del desarrollo de su afectividad y dentro de este último está el uso de su tiempo libre”, dijo.
El objetivo, indicó, debe ser “tener familias fuertes, bien constituidas que tengan como norte a un joven, a un adolescente feliz, con capacidad de desarrollo. Para ello va a necesitar de sus padres y ellos tienen la obligación de dárselo”.
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