MADRID, 26 May. 15 (ACI).- Una fundación vinculada al Opus Dei ha construido el Eastlands College of Technology (ECT) en Nairobi (Kenia), un centro de formación profesional para 800 personas que busca “facilitar a los jóvenes el acceso al trabajo” en uno de los suburbios más poblados de la capital de ese país africano.
El proyecto cobra mayor importancia luego que en abril de este año un grupo de terroristas musulmanes asesinó a 148 jovenes, la mayoría cristianos, en la Universidad de Garissa. Una tragedia en la que la mayoría de los familiares y amigos de las víctimas no buscó venganza sino que decidió perdonar a los perpetradores de la masacre.
Esta sede reemplaza un edificio que se ha utilizado durante los últimos 12 años de manera provisional. Según declaró Andrés Olea, directivo de la Fundación Strathmore Educational Trust a la que pertenece el ECT, “la inauguración de esta nueva sede ha sido posible gracias a ayudas locales y de países como España y Bélgica”.
Olea lleva desde 1980 promoviendo diversas instituciones educativas en Kenia relacionadas con la actividad del Opus Dei y el ECT es una de ellas. La Prelatura está presente en África desde 1958.
El proyecto incluirá un segundo edificio y otras instalaciones ahora en construcción que según prevén desde la dirección del centro “esperamos concluir en 2017”.
De los 40 millones de personas que hay en Kenia, aproximadamente el 50 por ciento es menor de 25 años. El desempleo juvenil afecta al 80 por ciento de ellos, por eso Olea destacó que “es evidente la necesidad de cualificar a los jóvenes, de forma que puedan tener acceso a puestos de trabajo que requieren conocimientos técnicos”.
Además de la capacitación técnica, Olea destacó que el ECT busca también impartir los conocimientos necesarios para que los jóvenes puedan crear su propia microempresa.
El directivo de la Fundación Strathmore Educational Trust, que se encuentra en España para buscar fondos, contó que su sueño es “contribuir a la formación profesional, técnica y humana de los jóvenes que llenan las calles y suburbios de Nairobi, como es Eastlands en donde estamos. Que tiene un millón de habitantes y barrios gigantes con una alta población infantil y juvenil”.
Olea precisó que “al mismo tiempo, el Gobierno keniano está promoviendo la industrialización del país, y uno de los obstáculos es la falta de mano de obra con capacitada para trabajar en la industria moderna”.
Por eso destacó que el ECT pretende “paliar el problema de muchos alumnos que salen de los centros de formación profesional sin una educación que sea relevante para la industria”.
“Nuestro mensaje es claro: trabajo bien terminado y alta capacidad técnica. Creo que los estudiantes tienen que ver con sus ojos lo que después han de reproducir en su trabajo. Por tanto, hemos de dar importancia a la calidad y a la excelencia, y alentar a una población juvenil que tiene ilusión pero que necesita acompañamiento y formación”, afirmó.
Olea también destacó que en la base de la identidad de Eastlands están los principios de la doctrina social de la Iglesia, que “resultan muy útiles para intentar formar ciudadanos con responsabilidad social y ética personal”.
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