Jaseck, un hombre condenado a muerte por ayudar a los cristianos en Sudán

Petr Jasek es un cooperante checo condenado a muerte en Sudán. ¿El motivo real? Es cristiano. El gobierno lo acusa de conspirar contra el Estado y por ello planean ejecutarlo lo antes posible. Jasek supo de la historia de un joven estudiante cristiano sudanés al que la policía había quemado en 2013 durante una manifestación, para obligarlo a que se convirtiera al islam. Meses después, cogió un avión, se fue a Sudán a interesarse por el joven y le entregó 5.000 dólares para pagar sus gastos médicos. Cuatro días después de llegar a Sudán, fue arrestado en el aeropuerto cuando se disponía a regresar a su país. Le incautaron un ordenador portátil, el móvil y una cámara, con la que había recogido testimonios de la persecución que sufren los cristianos en este país. Desde noviembre de 2015 se encuentra encarcelado en terribles condiciones, como la mayoría de los cristianos que sufren persecución religiosa en el país. Esta acusado, junto a dos pastores cristianos y un activista sudanés, también cristiano, de al menos siete crímenes penalizados con la muerte: entre ellos financiar movimientos rebeldes, espionaje y conspirar contra el Estado. Petr Jasek lleva trabajando 20 años como médico, de los cuáles 10 han sido como administrador de su hospital. Este ha sido uno de los motivos que le llevaron a ayudar a los cristianos perseguidos en Sudán del sur, y también a los que persigue por Boko Haram en Nigeria a través de organizaciones cristianas evangélicas como la Voz de los Mártires.

Ser cristiano ha sido la clave para que resulte condenado, ya que tras la separación de Sudán del Sudán del Sur, Bashir prometió que el país se volvería más islámico que nunca

Su trayectoria no ha servido de nada para evitar la condena del gobierno sudanés, encabezado por Omar Al Bashir, un islamista acusado por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio le condene. Más bien al contrario, ser cristiano ha sido la clave para que resulte condenado ya que tras la separación en dos de Sudán, Bashir prometió que el país se volvería más islámico y prometió reemplazar la constitución actual por una mucho más cercana a la ley islámica. Por este motivo, HazteOir.org ha iniciado una campaña de recogida de firmas en España, que ya suma más de 14.000 peticiones, y CitizenGo ha hecho lo mismo en otros países (con 42.000 firmas hasta ahora) para pedir su liberación presionando al Gobierno de Sudán, al Ministro de Asuntos Exteriores de España, al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al Embajador permanente del Sudán ante las Naciones Unidas y al Embajador de la República del Sudán en Madrid. Desde la asociación sostienen que consiguieron salvar a Meriam Ibrahim, la sudanesa condenada a muerte por no renunciar a su fe cristiana y están muy cerca de conseguirlo con Asia Bibi, a la que aún mantienen con vida a pesar de las enormes presiones internas en favor de su ejecución.

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