La dignidad de las hijas de Dios
En el Día de la Madre
El ideal para que haya una mejor sociedad es que la familia este conformada por el Padre y la Madre, pero si su situación no se lo permite la mujer tiene que saber que puede pedir ayuda, para tener una mejor vida ella y sus hijos.
La Congregación de las Esclavas del Divino Corazón tienen el carisma de “ayudar a que la mujer salga de su vida que lleva para poderla integrar a la sociedad y que recupere su dignidad como hija de Dios y como ser humano”.
Fue fundada en Guadalajara el 22 de mayo de 1920 por Rita Ruiz Velasco Íñiguez, quien comenzó a trabajar con mujeres que no veían solución posible a sus problemas. Es así que después de casi 100 años, las religiosas de esta comunidad continúan su abnegada labor de defender la vida y la dignidad de mujeres agobiadas por problemas.
Los apostolados que tienen son en referencia a la madre soltera, por eso cuentan con guarderías y albergues para mujeres y sus hijos; hacen misiones (Nayarit) y tienen una casa para estudiantes (prevención) en Guadalajara. Actualmente hay 60 religiosas en toda la República Mexicana y la Madre Superiora es la hermana María Estela Arteaga Marté.
En todo México la Congregación tiene hogares en los que recibe a mujeres embarazadas o con sus niños. Ellas pueden permanecer en el hogar mientras solucionan su situación y encuentran un lugar en dónde vivir o se reintegran a su familia.
Las mujeres que llegan a los hogares de las Esclavas del Divino Corazón, que hoy tienen presencia en Guadalajara, Tijuana, Cancún, Colima, San Luis Potosí y Ciudad de México, por lo general proceden de instituciones de gobierno, como el DIF. Ingresan al hogar cuando se platica con ellas sobre su aflictiva situación, siendo la más común la de ser vejadas y agredidas por parte de su pareja.
“Las mujeres que se encuentran, junto con sus hijos, en una situación de violencia no tengan miedo de salir de ahí, que tienen toda la capacidad para tener una vida digna, como hijas de Dios, que nunca las abandona. Pueden darles una mejor educación a sus hijos para contribuir a la creación de una sociedad sana”.
“Centro de Ayuda Integral
Sagrado Corazón”
Al Hogar para Madres Solteras, atendido por 6 religiosas Esclavas del Divino Corazón, las muchachas ingresan por medio del DIF o por recomendación de las mismas que han vivido ahí, también por sacerdotes o conocidos, ellas se acercan porque no tienen donde vivir con sus hijos, o están embarazadas. “La misión es que ellas puedan llegar a estabilizarse en su vida, tanto en su economía como en la cuestión emocional. La intención es que ellas sepan, y lo logren, que pueden salir adelante, junto con sus hijos”, advirtió la Hermana Fabiola Elizabeth Domínguez Picos, Esclava del Divino Corazón, encargada del Albergue.
“Hace 15 años la mayoría de las mujeres que llegaban al albergue eran las que habían dejado su pueblo y su familia, venían a la ciudad, se dejaban engañar por algún hombre y quedaba embarazadas. Pero en la actualidad las chicas que ingresan son víctimas de la violencia intrafamiliar. Son mujeres casadas o que vivían en unión libre, con uno o hasta 5 hijos, que aguantaron los maltratos, principalmente, porque nunca han trabajado fuera del hogar. Cuando se animan a demandar la violencia es cuando son canalizan al Centro”.
En esta Casa se les inculca el amor a Dios y a la Virgen María a través del rezo del Santo Rosario y la celebración de la Eucaristía. Algunas de las reglas del Hogar son: No dormir fuera del albergue, sus trabajos deben ser durante el día (tienen que estar en casa antes de las 19 horas del día), deben participar en las celebraciones religiosas y hacer sus quehaceres domésticos; no pueden introducir ni ingerir drogas, ni fumar tabaco.
Los niños se quedan en la Escuela, mientras las madres están trabajando. Si son niños de Primaria o más grandes, se les busca un albergue en el que puedan estar de lunes a viernes, y regresar al Hogar los fines de semana. Actualmente 12 muchachas y 23 niños.
La mujer en la actualidad
La Hermana Fabiola nos comentó que antes la mayoría de las muchachas que llegaban “Centro de Ayuda Integral Sagrado Corazón” era porque tenían la intención de abortar, para no tener compromisos ni evidencias, de la forma en que vivían, ante la Sociedad, y ahí se hacía labor de convencimiento para que tuvieran a sus bebés y se los quedaran o los dieran en adopción. Pero ahora no es muy común que lleguen mujeres en esta situación porque ya hay otro tipo de hogares que realizan esta labor, y son canalizadas cuando ya fueron convencidas de no abortar, sin embargo no saben cómo salir adelante solas.
“Tampoco la mujer de ahora es la misma de antes, ya sueltan mucha responsabilidad de sus hijos, ya no quiere llevar esa carga, se les hace muy pesada y les cuesta mucho trabajo aun cuando ellas han decido ser madres solteras. También veo que la violencia en el seno de la familia no disminuye, sino aumenta, pero ha sido referente para que el Gobierno apoye a las mujeres agredidas y les dan algo de orientación, por lo que cuando llegan a nuestra Casa es porque ya pudieron dejar a la pareja que tanto daño les hacía.
“Otro fenómeno es que cada vez ya está menos penalizado, por la ley, el aborto y las féminas tienen más acceso a suspender sus embarazos, a la vez que está menos mal visto por la Sociedad”.
Y los hombres?
En relación a sexo opuesto, la Hermana Domínguez Picos, afirmó que se sigue viendo la misma tendencia a desprenderse de la responsabilidad de un hogar y de sus hijos. Porque la mayoría de las mujeres que llegan al albergue huyendo de su pareja, no son buscadas.
“Cuando ellas llegan a la Casa hogar se busca la manera de que vayan asumiendo la responsabilidad económica de su familia que es pesada y es por eso que en ocasiones sienten la intención de también abandonar a la familia. Sin embargo, no lo hacen”.
Nos contó que son muy pocos los casos de varones que investigan en dónde está su mujer e hijos, con la intención de recuperarlos, pero si ha habido ocasiones en que ellos mismos llegan a la puerta del Hogar con ese sincero propósito y lo que conlleva, que es también recibir ayuda. Las mismas religiosas, cuando hay interés en la pareja, canalizan a los varones para que puedan recibir la ayuda que necesiten y puedan comenzar un proceso de reintegración familiar.
Mencionó que el 90% de los casos de violencia intrafamiliar es porque el hombre es adicto a alguna droga, en esos casos se dificulta más que pueda reconstruirse una familia. Cuando la mujer también tiene alguna adicción y tiene la intención de dejarla, se le busca alguna institución donde pueda vencer su vicio.
La vida después de casi la muerte
“Entre los cambios más notables, nos compartió la Hermana, es ver cómo ellas se van dando cuenta de que ya están viviendo otra realidad, se estabilizan emocional y económicamente, y ya son dueñas de sí mismas, se dan cuenta que pueden salir adelante con sus hijos, la mayoría lo logran y después pueden vivir esta misma vida fuera del Hogar”.
Actualmente no hay tiempo límite para permanecer en el Centro, “además de que ahora duran muy poco porque a las muchachas les cuesta mucho trabajo la disciplina y prefieren seguir en su círculo de violencia que hacer un gran esfuerzo para salir y vivir dignamente. Muchas no quieren cumplir ni con hacer quehacer, y hasta creen que pueden estar yendo y viniendo, sin embargo, hay otras que este año cumplen dos años de estadía y son ellas las que logran una vida más estable y hasta llegan a hacer un ahorro, para poder salir adelante cuando estén fuera”.
La vida de las féminas en la Casa Hogar, es levantarse por la mañana y se asearse, asiste a la Misa (que es antes de las 7 horas); desayunan, van a llevar a sus hijos a la guardería o al kínder, se dirigen al trabajo. Regresan, realizan labores domésticas, atienden a sus hijos, se reza el Santo Rosario y se van a dormir.
Mantenimiento
La Casa vive de la caridad, también se cuenta con una panadería y venden los productos afuera de las Parroquias. Pero cuando alguna de las mujeres tiene capacidad, además de tener sus propios ahorros, coopera con 500 pesos al mes.
Dirección: Nicolás Romero 101, esquina con Justo Sierra. Informes, para donaciones al Tel. 3825-4878.
Ser madre no es un derecho, es un don
Hay mujeres que desafortunadamente por alguna enfermedad o por alguna malformación no tienen la capacidad de ser madres biológicas pero su instinto materno no termina ahí, de diferentes maneras se puede ejercer la maternidad.
Ser madre es una de las tareas más difíciles y que más responsabilidad y amor exige a las mujeres. “Es un don, un regalo que Dios les da para poder ser ejemplo, sostén y baluarte para una creatura desde que se está formando en su vientre, pero debemos tener en cuenta que es un ser independiente”, refiere el padre Óscar Daniel Martínez Gutiérrez, Misionero de Cristo Resucitado.
“Está comprobado que aunque ese ser humano tiene parte del genoma de la mujer y del genoma del padre también este ser humano aporta un nuevo genoma a la humanidad, es decir, aporta una nueva cadena genética porque es único e irrepetible”, y con esa dignidad de creatura imagen y semejanza de Dios debe ser tratado y respetado desde la concepción hasta la muerte.
No forzar a la naturaleza
Respecto a quienes buscan por cualquier medio lograr la fecundación y convertirse en padres biológicos, el padre Daniel apuntó que hay que ser cuidadosos pues hay quienes buscan aprovecharse y lucrar con el deseo de ser padres. “La maternidad no puede ser un negocio, debe verse como la oportunidad de darle a esas personas, la posibilidad de ser felices. Y es que a muchas personas la imposibilidad de convertirse en padres o madres de manera natural les produce una profunda depresión pues ven frustrado su sueño y su capacidad de entregarse a los demás, de darse a sus hijos, estas personas sufren mucho”, refiere el sacerdote religioso según su experiencia en los diversos apostolados que ejerce por medio de su congregación.
El fin no justifica
los medios
Si bien la Iglesia ve con buenos ojos que los matrimonios acudan a métodos médicos que les faciliten la fertilidad, los métodos de concepción asistida como los bancos de esperma o el alquiler de úteros no están permitidos. “Manipular o querer jugar con la naturaleza no es válido. Hay métodos que potencian la capacidad de los padres para procrear, pero hay otros como el alquiler de vientres que traen graves consecuencias. Los niños no son objetos con los que se puede jugar. No se puede decir, ya lo cargue nueve meses, aquí está tu ‘producto’; la moral cristiana no lo permite.
“Para la Iglesia son válidos solo los métodos en donde se realiza el acto de la consumación porque ese es también un momento divino en el que Dios da la capacidad de procrear”.
Quizá Dios te llama
para otra cosa
Para quienes no han recibido este don, también hay otras alternativas.
“Nosotros tenemos una casa hogar en donde vemos la grande bendición que reciben algunos matrimonios que no pudieron tener hijos pero que asisten a apoyar a los pequeños a los que también la vida les privó de una familia.
“Y es que las personas se deben preguntar qué es lo que quieren, para qué desearon ser padres, si para sentirse bien ellos mismos o para de verdad ejercer un servicio a la humanidad como Dios nos lo pide”.
Dar amor incondicional
Actualmente PAIPID atiende a aproximadamente 120 niños, la mayoría que padecen distintas enfermedades por lo que esperar que sean adoptados es poco probable. “Un niño con VIH, cáncer, hepatitis, hidrocefalia o cualquier otra enfermedad es difícil que sea aceptado en adopción porque muchas personas no están dispuestas a ejercer verdaderamente la misión de ser madres o padres que es el servicio. Muchas personas van en busca de un parámetro: que sea un niño pequeño o con ciertas características y buscan satisfacer su necesidad sin ver a la persona del otro lado.
“Nosotros no damos a los niños en adopción porque no es nuestro rango, es el Consejo Estatal de la Familia quien maneja esta parte. Nosotros lo que tenemos es un programa de padrinos que se comprometen con los niños para darles educación cristiana pero para darles tiempo y cariño también. Vienen a verlos los fines de semana o a veces los niños se pueden ir con ellos los fines de semana y se va creando ese lazo.
“Nuestra meta es que los niños puedan tener un hogar al estilo de familias sustitutas de Estados Unidos, donde puedan tener una familia de acogida, pues estar en un albergue es algo traumatizante para los niños”.
María el modelo de maternidad
El padre Daniel señaló que la Virgen María es el modelo de madre pues pese a que se enfrentaba a circunstancias muy adversa en su tiempo, decidió decir sí a la vida que se gestaba en su vientre. “Vivía en una cultura que la tenía que apedrear pero este es un ejemplo de que la solución no es nunca el aborto. María demostró que por encima de ella misma, por encima de quedar bien con los demás, primero está el derecho del niño a nacer. Yo creo que la primera virtud que nos enseña María es la fortaleza y la confianza en Dios.
“José también quiso hacerse para atrás de su compromiso porque decía, eso no es mío, pero también él nos enseña cómo deben responder los hombres que se sienten abrumadas por esa situación.
“María es la mujer de la fe, y sin fe no se puede educar a un hijo”.
Concluyó que cuando la mujer fue víctima de violación, no debe continuar violentándose y violentando la vida de alguien más mediante el aborto.Contacto
Casa Hogar PAIPID
Responsable: Madre Antonia Becerra Cabrera 3
Tel. 6-81-26-79 y 36-91-09-73
Sinfín de retos enfrentan diario
Ser Madre en México…
no cualquiera
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2015, México contaba con una población total de 119 millones de personas, de las cuales 61 millones son mujeres. Y la Encuesta Intercensal 2015, señala que el número de mujeres de 12 años en adelante es de 48.7 millones, y de ellas, 67.4% han tenido al menos un hijo nacido vivo, es decir, son mamás.
Las cifras del INEGI arrojan que la tasa de fecundidad de las mujeres mexicanas pasó de una media de siete hijos en 1960 a apenas dos, en 2009. La tasa de fecundidad por edad, indica que en el trienio de 2011 a 2013, el grupo de mujeres de 20 a 24 años es el que presenta el nivel más alto, con 126 nacidos vivos por cada 1000 mujeres. De acuerdo con las proyecciones que estima el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el promedio anual de nacimientos entre 2000 y 2014 es de 2.3 millones.
l En 2015, en México nacieron 2, 353, 596 bebés, que corresponde a la población femenina (hijos nacidos vivos de las mujeres de 12 y más). De este total el 18.2% fue de mujeres menores de 20 años.
l La edad promedio de las mexicanas para tener su primer hijo es 21.2 años, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica del INEGI.
l De cada 100 hogares en México, 25 están a cargo de una mujer. Asimismo, 7 de cada 10 jefas de hogar son solteras, separadas, divorciadas o viudas.
Distribución porcentual de los nacimientos registrados, según el estado conyugal de la madre, 2015.
52.7% Casada
19.4% Unión libre
10.1% Viuda
8.4% Separada
6.5% Soltera
2.8% Divorciada
Situación laboral
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2015, la tasa de participación económica de las mamás de 15 años y más es de 44.2%; de las cuales, 96.7% combina sus actividades extradomésticas con los quehaceres domésticos.
dÓnde laboran?
33.4% Sector informal
36.3% Empresas
16.3% Instituciones
Atendiendo a su situación conyugal, la tasa de participación económica más alta se da entre las madres solteras (70.9%), le siguen las divorciadas (67.6%) y las separadas (66.5%); en tanto que las que se encuentran en unión libre y casadas muestran una tasa de 41% y 39.7% respectivamente, por lo que poco más de cuatro de cada 10 trabajan o buscan trabajo.
Otros aspectos que hay que destacar entre las trabajadoras con hijos es que 13.7% de ellas no tienen instrucción y casi tres de cada 10 (29.6%) cuenta con estudios a nivel medio superior y superior.
Cabe señalar que 2 de cada 7 mujeres ocupadas y con hijos (27.5%) trabajan por cuenta propia; 2.8% trabaja como empleadora; 27.5% no reciben remuneración por su trabajo y la mayoría (62.6%) son trabajadoras subordinadas y remuneradas. De estas, 17.7% trabaja más de 48 horas a la semana; 47.3% gana menos de dos salarios mínimos y un porcentaje considerable de estas no tiene acceso a servicios de salud por su trabajo (12.3%), además de laborar sin contar con un contrato escrito (44.3 por ciento).
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) 2013, un problema al que se enfrentan las madres trabajadoras es el cuidado de sus hijos pequeños en horario laboral; ya que del total de niños menores de siete años y que su mamá trabaja: 31.1% se encuentran al cuidado de su abuela, 25.3% su mamá lo lleva al trabajo, 12.9% están en una institución educativa, 17.4% se encuentra al cuidado de su papá o de otro familiar, 9.4% son asistidos por una guardería (pública o privada), 2.8% lo deja con una persona que no es familiar, o bien, lo deja solo (0.5 por ciento).
Violencia
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011 señala que 45.7% del total de mujeres unidas (casadas o en unión libre) de 15 años y más con hijos refirió haber padecido algún tipo de violencia por parte de su última pareja.
Violencia
que más prevalece
89.2% Emocional
56.8% Económica
26.3% Física
12% Sexual
Un dato interesante que deriva de la encuesta es que las mujeres unidas que tienen a su primer hijo en la adolescencia (15 a 19 años) experimentan mayor violencia de su última pareja (49.7%) que aquellas que lo tuvieron a mayor edad (45.6 por ciento).
En el ámbito laboral, la ENDIREH 2011 indica que 1 de cada 10 mujeres de 15 años y más (9.8%) ha presentado a lo largo de su vida al menos un incidente de violencia laboral al solicitarle una prueba de embarazo; mientras que 2% declaró ser despedida, tuvo una reducción de salario o no se le renovó el contrato por su condición de embarazo. (Fuente: INEGI. “Estadísticas a propósito del… Día de la Madre (10 de Mayo)).
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