Ven parálisis en el Gobierno de Jalisco
Rebeca Ortega Camacho
Bajo el lema: “Todos somos responsables de la gestión integral del agua en nuestro territorio”, el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), Colectivo de Abogados, Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, Jalisco, Movimiento Mexicano de Afectado por las Presas y En Defensa de los Ríos (MAPDER), Defensores del Bosque del Nixticuil y Fundación Cuenca Lerma Lago Chapala-Santiago, A.C., manifestaron el silencio y negligencia de las autoridades estatales y federales para atender el problema incesante de la contaminación y tratamiento del agua.
“La contaminación del río Santiago sigue siendo preocupante, es el río más contaminado del país, en tal sentido con respeto y como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, les solicitamos a las autoridades estatales y federales un informe de las acciones que sus gobiernos han implementado para detener las descargas de aguas negras y desechos industriales a los cuerpos de agua pertenecientes a la cuenca del Ahogado y del río Santiago”. Además, hicieron alusión al octavo aniversario (cumplidos el 27 de enero) de la “famosa ‘macro’ recomendación (001/2009), sobre el río Santiago. “Ese ‘flamante’ documento, que fue presentado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco” y que ya nadie atiende, señalaron los activistas.
Demandas
Las asociaciones ya mencionadas, firmaron un documento en el que señalan que “a 4 años de la administración de este gobierno estatal, no hemos tenido la suerte de ver los resultados de sus esfuerzos para remediar esta terrible devastación ambiental”, e hicieron la invitación al Gobernador Aristóteles Sandoval para visitar la zona contaminada.
Además, reiteraron “desconfiamos de los estudios y dictámenes que arrojará la oficina de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNOPS)”. También comentaron la situación de los ríos Verde y Blanco; y los casos de enfermos renales por ingerir el agua contaminada del Lago de Chapala en las comunidades ribereñas, como San Pedro Itzicán, en el municipio de Poncitlán.
Para atender el problema de la contaminación, los activistas proponen una “visión integral de cuenca, incluyendo agua, territorio y sociedad (…) Apostamos por una gestión integral del agua, que incluye, la protección de las fuentes de abastecimiento y de las áreas forestales, la recarga de acuíferos, el aprovechamiento de fuentes alternas de agua, mantenimiento y optimización de la red de distribución, contar con sistemas confiables de medición en tiempo real en el estado, el saneamiento y restauración de cuerpos de agua contaminados con aguas domésticas e industriales, entre otras”.
Hace más de 40 años comenzaron a detectarse altos niveles de contaminación en el río Santiago por las descargas de aguas industriales y urbanas. Durante este periodo el deterioro ha dejado graves daños ambientales e impactos a la salud en miles de habitantes de El Salto y de Juanacatlán (en los que habitan alrededor de 190 mil personas).
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