En virtud de ese Acuerdo Provisional, la Santa Sede reconoce a los Obispos nombrados por las autoridades chinas, se readmite en la plena comunión eclesial a Obispos ‘oficiales’ ordenados sin mandato pontificio y se establece el sistema de nombramiento de nuevos Obispos que regirá a partir de ahora en China.
Francisco señaló ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro que el Acuerdo “es fruto de un largo y ponderado camino de diálogo dirigido a favorecer una colaboración más positiva entre la Santa Sede y las autoridades chinas por el bien de la Comunidad católica en China y por la armonía del conjunto de la sociedad”.
Mediante este Acuerdo, “espero que se pueda abrir en China una nueva fase que ayude a sanar las heridas del pasado, a restablecer y a mantener la plena comunión de todos los católicos chinos y a asumir con renovado compromiso el anuncio del Evangelio”.
El Papa recordó a todos los católicos que ahora se plantea una nueva misión: “Estamos llamados a acompañar con ferviente oración y con fraterna amistad a nuestros hermanos y hermanas en China. Ellos saben que no están solos. Toda la Iglesia reza con ellos y por ellos. Pidamos a la Virgen, madre de la Esperanza y Ayuda de los Cristianos, que bendiga y proteja a todos los católicos en China, mientras invocamos a Dios el don de la paz para todo el pueblo chino”.
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