"Cada obispo ha ido diciendo lo que cree del tema en su diócesis. Como Conferencia vamos a pronunciarnos, pero no es algo que apure porque el proceso de consultas y el referendo está programado para febrero del año próximo", indicó en declaraciones a 14ymedio.com.
El lunes 13 de agosto se abrió en Cuba el debate sobre el proyecto para reformar la Constitución vigente desde 1976. El texto, previamente analizado por la Asamblea Nacional, debe ser discutido hasta el 15 de noviembre en unas 135 mil reuniones dirigidas por más de 7.600 dúos de ciudadanos seleccionados por el régimen.
Concluidas las reuniones, las propuestas serán reunidas en un informe que se entregará a la Comisión Nacional de la Reforma Constitucional. Esta reelaborará el proyecto y lo presentará a la Asamblea Nacional para ser nuevamente discutido y sometido a aprobación. El último paso es la convocatoria a un referéndum nacional el 24 de febrero de 2019.
Entre sus varios puntos, el proyecto reconoce la propiedad privada, pero no incorpora modificaciones del sistema político. Así, aunque elimina el término “comunismo”, mantiene el "carácter socialista del sistema político y social" del país y al Partido Comunista de Cuba como "fuerza dirigente superior". Además redefine el matrimonio como la "unión entre dos personas", lo que abriría las puertas a una posterior legalización del matrimonio gay.
En sus declaraciones, Mons. Pino dijo que sentía complacido de ver que la gente se está expresando de forma espontánea sin temor a las represalias. "Las personas se han pronunciado sobre el salario que no alcanza y muchos han expresado sus dudas sobre el matrimonio igualitario, que es algo de lo que por primera vez se habla en Cuba", señaló.
Según indicó 14ymedio.com, el salario medio en Cuba es de 30,6 dólares al mes.
En su carta “Mi modesta opinión”, Mons. Pino abordó el debate que se realiza en la isla y expresó su deseo de que también se permitiera a los padres “escoger el tipo de educación que quisieran para sus hijos” y que “se borrara de la mente de muchos cubanos la mentalidad antinatalista”.
“¡Qué bueno sería que a nuestros jóvenes no se les siga dando instrucción sexual, que eso es muy fácil, sino que se les eduque para el sano amor entre un hombre y una mujer!”, agregó.
En su carta, el Arzobispo de Camagüey invitó a los cubanos a “expresar nuestra opinión en lo que se está debatiendo. Y cuando llegue el día de la votación, votar ‘sí’ o ‘no’ según le dicte su propia conciencia”.
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