Lucía y Ricardo Luzondo son un matrimonio hispano católico radicado en San Antonio, Texas. Desde hace muchos años tienen a su cargo el ministerio «Renovación Familiar», que busca unir a las familias en el amor de Cristo. Sus charlas y consejos han sido vistos por cientos de miles de televidentes por EWTN, y por todo el mundo, durante años, han tenido varios programas y actualmente siguen vigentes en la programación de este canal.
Por Chucho Picón
¿Ustedes consideran que en Estados Unidos el matrimonio y la familia están en crisis?
LUCÍA: Yo creo que en el mundo entero. Estamos viviendo en una sociedad muy consumista, individualista, egoísta. Por eso creo que hay muchos problemas, ¡pero también mucha esperanza!
RICARDO: El problema antes era más de un país que de otro, pero con la globalización ahora todo sucede en todas partes. Recuerdo que, cuando yo era pequeño, había países donde el divorcio no estaba permitido; hoy vemos que todo se ha extendido y que en los jóvenes se da mucho aquello de que “vamos a probar primero, vamos a vivir juntos antes de casarnos”. Se ha perdido la visión, el sentido de lo que es el matrimonio.
LUCÍA: No saben ellos que convivir antes del matrimonio incrementa en las parejas del 10% al 38% la incidencia de divorcios. O sea que es todo lo contrario de lo que la gente cree.
¿Cuáles son los retos para los matrimonios y familias?
LUCÍA: Se suele creer que, si logramos un futuro material mejor, podemos alcanzar todas nuestras metas. Por eso la gente trabaja tanto: vive para trabajar, y no trabaja para vivir, y pierde contacto con la realidad de su familia, deja de conocer a sus hijos, los esposos no tiene tiempo para compartir. Así, muchas veces, queriendo vivir una situación económica más sólida, están mejor económicamente pero más pobremente en su vida familiar.
RICARDO: Esto ocurre mucho en los migrantes, que vienen a este país para sacar a su familia adelante, por lo que se involucran no en uno sino dos o tres trabajos a la vez, y entonces eso diversifica la atención, pues no sólo se trata de ayudar a la familia que está aquí, sino también a la familia que se quedó en el país de origen; entonces el trabajador tiene dos objetivos: mantener a su familia actual y mantener a la familia que se quedó atrás, y entonces se pierde la atención hacia lo que es importante en la familia.
LUCÍA: Y hay veces que viene acá como migrante sólo uno de los dos que conforman el matrimonio, y resulta que aquí termina formando otra familia, y se olvida por completo de la familia ¬ —cónyuge e hijos— que dejó en su país; y eso rompe tremendamente a las familias.
¿Cuál sería su mensaje para todas las familias que buscan salir adelante?
LUCÍA: Que el amor de Dios lo puede todo; que para Él no hay nada imposible; que cuando buscamos de Él y dejamos que Él sea el centro y el foco de nuestra vida, cualquier problema puede superarse.
¡El esposo que tienes, la esposa que Dios te dio, es un regalo de vida para ti! Dios creo esa pareja para que seas feliz, y para que seas co-creador de vida don Dios. ¡Qué cosa tan hermosa! Tu familia es tu tesoro, y donde está tu tesoro ahí está tu corazón.
¡Busca, busca tiempo para tu familia!; arrópate hasta donde dé la cobija. No le quieras dar riqueza a tus hijos que de nada les sirve; la verdadera riqueza de tus hijos es tu amor y tu tiempo, como madre o como padre.
El programa
► Creados para amar: Es el título del programa que encabeza el matrimonio de Ricardo y Lucía, y cuyo contenido es transmitido por la cadena EWTN.
► Los contenidos también pueden ser vistos a través de sus redes sociales
Publicado en la edición impresa de El Observador del 9 de septiembre de 2018 No.1209
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