La columna fue publicada en el periódico italiano Il Foglio.
Según Mons. Chaput, después del informe del gran jurado en todo el Estado de Pensilvania (Estados Unidos), y los problemas de abuso en Chile, Alemania y otros lugares, "la Iglesia está en crisis".
“En este entorno turbulento, la Santa Sede acogerá un sínodo mundial de obispos, del 3 al 28 de octubre, en Roma. Enfocado al tema de ‘gente joven, fe y discernimiento vocacional’, difícilmente se puede imaginar una confluencia más irónica y más difícil de sucesos negativos en un mal momento para este encuentro”, dijo.
El Arzobispo explicó que “esto no significa que el sínodo deba fracasar en su trabajo”, debido a que el “atractivo personal del Papa Francisco y la buena voluntad que puede generar siguen siendo fuertes”.
“Esta es la razón por la cual muchos sacerdotes jóvenes, como aquellos que escribieron una carta abierta a los delegados del inminente sínodo a principios de este mes, ven una oportunidad en la temática del encuentro. Como aclaran, el éxito del sínodo depende de una profunda confianza en la Palabra de Dios y en la misión de la Iglesia, a pesar de los pecados de sus líderes”, indicó.
Asimismo, Mons. Chaput escribió que es “a la luz de su fe, y la fe de otros hombres y mujeres jóvenes como ellos, que el instrumentum laboris o ‘documento de trabajo’ del sínodo debe ser revisado. Tal como está, el texto es fuerte en las ciencias sociales, pero no tanto en su llamado a la creencia, conversión y misión”.
Citando una reflexión teológica recientemente publicada, Mons. Chaput lamentó dentro del documento “serias preocupaciones teológicas, que incluyen: una falsa comprensión de la conciencia y su papel en la vida moral”; una “falsa dicotomía propuesta entre la verdad y la libertad”, un “enfoque generalizado en los elementos socioculturales, con exclusión de cuestiones religiosas y morales más profundas”, una “ausencia de la esperanza del Evangelio” y un “tratamiento insuficiente del escándalo de abuso”.
“Comentarios como estos suenan duros”, admite Mons. Chaput, “pero no son del todo injustificados”.
“Un sínodo que se ocupa de cuestiones de sexualidad y los jóvenes también debería tratar, con honestidad y profundidad, las raíces de un desastre de abuso sexual cometido por clérigos menores de edad”, añadió.
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