Durante la 62ª Conferencia Internacional del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), Mons. Gallagher dijo que “la Santa Sede hace un llamado a todos los líderes y naciones a trabajar hacia las metas comunes de promover la no proliferación y el desarme nuclear”.
El Prelado indicó que el Vaticano alienta “el desarrollo y uso pacífico de tecnologías nucleares, y un desarrollo humano integral sostenible, particularmente para los países más pobres”.
“La búsqueda de tales metas contribuirá en forma no pequeña a una paz verdadera y duradera”, aseguró.
Mons. Gallagher destacó que “la Santa Sede felicita y apoya las muchas actividades de la IAEA que han fortalecido la cooperación internacional y contribuyeron en una forma significativa a la prevención de la proliferación nuclear y a la promoción del desarme nuclear”.
El Vaticano, añadió, apoya “los continuos y pacientes esfuerzos de la comunidad internacional para revivir las negociaciones alrededor del programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte)”.
“No hay solución militar a esta amenaza”, advirtió.
Tras señalar que para el Vaticano las armas nucleares “son armas de destrucción masiva y medioambiental”, Mons. Gallagher reiteró “la urgente necesidad de una ética global moderna de responsabilidad, solidaridad y seguridad cooperativa, que deben reemplazar las viejas maneras de pensar que tan a menudo han sido dirigidas por el interés propio y la desconfianza”.
“Debemos reconocer que nuestra propia paz y seguridad depende finalmente de la paz y seguridad de otros”, dijo.
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