Harris dijo que no quisiera que “el costo sea una barrera” para que las mujeres accedan al aborto. El pasado 18 de septiembre el presidente de Irlanda, Michael Higgins, firmó el rechazo a la octava enmienda constitucional.
Luego de esta firma se espera que se proponga una ley para regular el aborto. Esto podría ocurrir en la primera semana de octubre y entrar en vigor el próximo año.
De acuerdo a algunos proyectos previos, la ley del aborto permitiría esta práctica hasta las 12 semanas de gestación.
Algunos médicos han expresado su preocupación por el rápido cambio de rumbo en este tema y por la seguridad de las mujeres.
El Dr. Peter Boylan, jefe del Instituto de Obstetras y Ginecólogos, y el Dr. John O Brien, jefe del Colegio Irlandés de Médicos Generales, señalaron que las conversaciones con el Departamento de Salud sobre el aborto se han estado retrasando.
En Irlanda, según muestran recientes encuestas, el 70% de los médicos no está dispuesto a practicar un aborto.
Por su parte, la Dra. Mary Favier, vicepresidenta del Colegio Irlandés de Médicos Generales, dijo el 18 de septiembre que “hay preocupaciones sobre la capacidad y los temas de recursos como el personal, las instalaciones y la capacitación”.
Según informa el diario Irish News, la doctora dijo que existe “preocupación por la posible falta del adecuado apoyo de especialistas, la posibilidad de complicaciones médicas para los pacientes, y cuál será la reacción pública ante quienes quieran practicar (los abortos) y ante quienes no”.
Los médicos, continuó, “tiene miedo al litigio, quieren que se reconozca el derecho a la objeción de conciencia y cómo acomodar esto en el ámbito clínico”.
Según el primer ministro Leo Varadker, los hospitales católicos no podrán acceder a la objeción de conciencia en el tema del aborto, aunque los médicos individualmente sí podrían hacerlo.
En el referéndum realizado en mayo de este año, solo un condado, Donegal, votó para mantener la octava enmienda que defendía a la madre y al niño por nacer.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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