Los jóvenes y “La Revolución del Servicio”

Querida Lupita:

En torno a la Jornada Mundial de la Juventud, en mi parroquia se organizaron varias actividades juveniles. Había mucho entusiasmo y buenas ideas pero pocos asistentes. A mí me gustaría aportar algo que ayudara a despertar a tantos adolescentes que se pasan la vida sentados o acostados con sus pantallas enfrente, muchos de ellos entregándose a la pornografía y a otras páginas que envenenan sus mentes. ¿Alguna idea?

 Víctor J.

Hermano mío, Víctor:

La pereza parece reinar en los adolescentes y jóvenes de hoy. Sedentarismo, alimentación chatarra y redes sociales están consumiendo la energía y el fuego juvenil como si se tratara de  tres cánceres que carcomen sus almas.

Y es que el enemigo de las almas es muy hábil y les ha convencido de que no existe Dios, ni satanás,  ni cielo, ni infierno, ni misión o sentido de vida.  Esto crea confusión, inseguridad, miedo, intranquilidad, desasosiego y nostalgia. ¡Cuántos jóvenes contemporáneos viven así!

La juventud es energía y pasión, es proyección al futuro, es novedad y acción. Necesitamos retomar la esencia del así llamado: divino tesoro. El Papa Francisco ha dado al blanco cuando, en concordancia con el milenario Magisterio de la Iglesia dijo:

Nuestra vida solo encuentra significado en el servicio a Dios y a los demás.

Hay muchos jóvenes, creyentes o no, que al final de una etapa de estudios muestran su deseo de ayudar a otros, de hacer algo por los que sufren. Esta es la fuerza de los jóvenes, la fuerza de todos ustedes, la que puede cambiar el mundo; esta es la revolución que puede desbaratar los grandes poderes de este mundo: la revolución del servicio.

Si deseas atraer a otros chicos de tu edad, proponles realizar un servicio a los demás. ¡Hay tantos hermanos que nos necesitan!

Observa en tu comunidad parroquial cuáles son las necesidades y crea movimientos que permitan satisfacerlas: ¿hay pobres que enfrentan hambre?, ¿enfermos, personas con capacidades diferentes, niños abandonados o maltratados, migrantes en desamparo, indigentes, enfermos, presos, adictos, solos? ¿Hay que limpiar o construir un parque con actividades sanas? ¿Se pueden organizar equipos para practicar deportes? ¿Hay talento artístico para desarrollar (teatro, canto, instrumentos musicales, pintura, escultura…)?

Contra pereza, ¡diligencia!

Jóvenes, ustedes son nuestra esperanza. Si quieren un mundo mejor, dejen atrás la comodidad y lleven a cabo la “revolución del servicio”.

Lupita Venegas/Psicóloga

Facebook: lupitavenegasoficial

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