Según un comunicado arquidiocesano publicado el 13 de febrero, el sacerdote León Morales “ha sido suspendido en su diócesis de origen y por tanto no puede ejercer ningún ministerio en la Arquidiócesis de Panamá”.
Asimismo, la Arquidiócesis aclara que, según la normas, un “sacerdote, religioso o laico que sea invitado a predicar o ministerio de música, debe tener el aval del obispo o superior, de donde procede, en una nota donde debe constar que no tiene ningún impedimento doctrinal y moral para ofrecer su servicio”.
Otra condición, explica el comunicado, es que “la temática de reflexión de los predicadores deben estar en función del proyecto Pastoral de la Arquidiócesis de Panamá”.
“Debemos evitar que den la sensación que es solo mero lucro; lo principal es la evangelización”, añadió.
Finalmente, la Arquidiócesis detalla que las gestiones para que se pueda contar con el aval eclesial deben realizarse “con tiempo”.
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