La Nuova Bussola Quotidiana publicó un texto en italiano de la carta del Cardenal Re fechada el 26 de febrero.
“En primer lugar, deseo enfatizar que, en su enfoque de la situación de la Iglesia Católica en China, existe una profunda sinfonía del pensamiento y de la acción de los últimos tres Pontificados, que -por respeto a la verdad- han favorecido el diálogo entre las dos partes y no la contrariedad”, escribió el Cardenal Re.
“El Cardenal Zen ha afirmado varias veces que sería mejor no tener un acuerdo que un 'mal acuerdo'. Los tres últimos Papas no compartieron esta posición y apoyaron y acompañaron la redacción del acuerdo que, en este momento, parecía ser el único posible”, afirmó.
El Cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, se ha opuesto abiertamente al acuerdo de 2018 entre el Vaticano y la República Popular de China con respecto a los nombramientos episcopales.
La Iglesia en China continental ha estado dividida durante unos 60 años entre la Iglesia clandestina, que es perseguida y cuyos nombramientos episcopales con frecuencia no son reconocidos por las autoridades chinas, y la Asociación Patriótica Católica China (CCPA), una organización autorizada por el gobierno.
El acuerdo entre la Santa Sede y Beijing pretendía normalizar la situación de los católicos de China y unificar la Iglesia clandestina y la CCPA.
El Cardenal Re, quien fue confirmado como Decano del Colegio de Cardenales hace solo seis semanas, escribió a los cardenales que “con referencia a las diversas intervenciones públicas” del Cardenal Zen, “me siento obligado a compartir algunas consideraciones y ofrecer algunos elementos que favorezcan una evaluación serena de las complejas preguntas sobre la Iglesia en China”.
Para el Cardenal Re, mientras que San Juan Pablo II “favoreció por un lado el regreso a la comunión plena de los obispos consagrados ilícitamente en el transcurso de los años que comenzaron en 1958, y al mismo tiempo fue su deseo de sostener la vida de comunidades 'clandestinas' que fueron dirigidas por obispos y sacerdotes 'no oficiales', por otra parte, promovió la idea de llegar a un acuerdo formal con las autoridades gobernantes sobre la nominación de obispos”.
Ese acuerdo finalmente se alcanzó, dijo, y se firmó en Beijing el 22 de septiembre de 2018.
Es particularmente sorprendente para el decano de los cardenales que el Cardenal Zen haya escrito que “el acuerdo firmado es el mismo que el Papa Benedicto en ese momento se negó a firmar”.
“Esa afirmación no corresponde a la verdad”, declaró el Cardenal Re.
“Después de haber tomado nota personalmente de los documentos existentes en el actual archivo de la Secretaría de Estado, puedo asegurar a Su Eminencia que el Papa Benedicto XVI aprobó el borrador del acuerdo sobre la nominación de los obispos en China, que solo fue posible firmar en 2018”.
El Cardenal Re fue funcionario de la Secretaría de Estado de 1989 a 2000.
Debido a que el acuerdo prevé la intervención del Papa en los nombramientos de obispos en China, el decano dijo que “la expresión ‘Iglesia independiente’ ya no puede interpretarse de manera absoluta, como 'separación' del Papa, como era el caso en el pasado”.
“Desafortunadamente, hay lentitud en extraer in loco todas las consecuencias que derivan de este cambio de época tanto en el plano doctrinal como en el práctico y persisten tensiones y situaciones dolorosas”, dijo el Cardenal Re.
“Es impensable, por otro lado, que un acuerdo parcial (el acuerdo tocando, de hecho, solo el tema de la nominación de los obispos) cambia las cosas de manera casi automática e inmediata en los otros aspectos de la vida de la Iglesia”, acotó.
El Cardenal Re se opuso a la evaluación del Cardenal Zen de las pautas pastorales del Papa con respecto al registro civil del clero en China, diciendo que estas pautas “fueron diseñadas precisamente para salvaguardar la fe” en situaciones complicadas y difíciles.
Esas pautas reconocen la elección de aquellos que sienten que no pueden, en buena conciencia, registrarse con el gobierno y aceptar la sinicización. Sin embargo, los informes indican que aquellos que se niegan a registrarse se enfrentan a hostigamiento y persecución.
La intervención del Cardenal Zen, dijo el Cardenal Re, “nos ayuda a comprender cuán difícil sigue siendo el camino de la Iglesia en China y cuán compleja es la misión de los pastores y del Santo Padre”.
“Por lo tanto, todos estamos llamados a unirnos estrechamente con él y a rezar intensamente para que el Espíritu Santo lo apoye y apoye a las comunidades de la Iglesia Católica en China, quienes a pesar de sufrir durante mucho tiempo demuestran su lealtad al Señor, en el camino de la reconciliación, de la unidad y de la misión al servicio del Evangelio”, dijo.
El acuerdo entre el Vaticano y China ha sido criticado rotundamente no solo por el Cardenal Zen, sino también por grupos de derechos humanos y defensores de la libertad religiosa en los Estados Unidos, y la Santa Sede se ha esforzado por defenderlo y promoverlo.
Menos de dos semanas antes de que se enviara la carta del Cardenal Re, la Santa Sede publicitó una reunión celebrada entre su Secretario de Relaciones con los Estados y el ministro de Relaciones Exteriores de China, durante la cual se discutió el acuerdo sobre los nombramientos episcopales.
En marzo de 2019, el Cardenal Fernando Filoni, entonces prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, dijo que el acuerdo “será algo muy bueno para la Iglesia”, y criticó a quienes “corren el riesgo de no sincronizarse dentro de la barca de Pedro”.
Y hace un año, el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, a quien el Cardenal Zen considera principal responsable del acuerdo, dijo en una conferencia que el acuerdo debe implementarse.
El Cardenal Zen dijo el 11 de febrero a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- que “la situación es muy mala” en China, y agregó que “las cosas malas provienen de [Parolin]”.
Según el Cardenal Zen, el Cardenal Parolin es “muy optimista sobre el llamado 'Ostpolitik', el compromiso”.
Pero, el Cardenal Zen dijo que “no se puede comprometer” con el Partido Comunista Chino, a quien llamó “perseguidores” de la fe.
“Quieren una rendición completa. Eso es comunismo. Cada vez más, la Iglesia [está] bajo persecución, tanto la Iglesia oficial como la clandestina”, dijo el Cardenal Zen.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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