Estas restricciones entraron en vigor el pasado 18 de septiembre y prohibía las actividades de culto religioso en la zona confinada y el Obispado presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia porque las consideraba “desproporcionadas e injustificadas” y en el que señalaba que “se había privado a los fieles de un derecho fundamental”.
Con este cambio de actitud por parte del Gobierno de las Islas Baleares, el obispado retiró el recurso y los fieles podrán asistir a misa siempre y cuando no vivan en la zona confinada y no superen el 25% del aforo permitido.
El P. Ribas aseguró que “deberán observarse escrupulosamente todas las medidas sanitarias establecidas” y “a los templos parroquiales de Santa Cruz y de la Madre de Deu del Roser i Sant Ciriac sólo podrán acceder los feligreses de la zona confinada, el resto de fieles que no residan en la zona confinada acudirán a otras parroquias”.
Publicar un comentario