, 26 Sep. 20 (ACI Prensa).- La Oficina de Prensa del Vaticano informó que el próximo 4 de octubre 38 nuevos reclutas de la Guardia Suiza harán su juramento en el Patio de San Dámaso. Por la pandemia del coronavirus, la ceremonia será privada.
A la juramentación solo podrán asistir los familiares cercanos de los nuevos guardias suizos, pero la Misa y la ceremonia podrá ser seguidas AQUÍ.
Ese día, la Misa será celebrada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, en la Basílica de San Pedro a las 9:00 a.m.
En la tarde del 4 de octubre, los nuevos reclutas harán su juramento ante Mons. Edgar Peña Parra, quien estará presente en representación del Papa Francisco.
Los guardias suizas estarán vestidos con su uniforme de gala que incluye la armadura que se colocan exclusivamente cuando el Santo Padre hace sus bendiciones "Urbi et Orbi" en Navidad y Pascua.
También se informó que del 6 al 10 de octubre se realizará la habitual semana de información para que más jóvenes conozcan un poco más sobre la Guardia Suiza, que actualmente cuenta con 15 reclutas en preparación que harán su juramento en mayo de 2021.
La fórmula del juramento de la Guardia Suiza es la siguiente: “Juro servir fiel, leal y honorablemente al Pontífice reinante y sus legítimos sucesores que me dedicaré a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando si es necesario, también mi vida en su defensa. Asumo los mismos deberes ante el Colegio Cardenalicio durante la vacancia de la Sede Apostólica. Prometo también al Comandante y a los otros superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así juro, que Dios y nuestros santos patrones me asistan”.
La Guardia Suiza Pontificia fue establecida por el Papa Julio II en 1506, para su protección personal.
El bautismo de fuego del Cuerpo tuvo lugar el 6 de mayo de 1527, durante el saqueo de Roma. Ese día, 147 de los 189 guardias murieron luchando contra las tropas del Emperador Carlos V para permitir al Papa Clemente escapar, escoltado por los guardias suizos restantes.
En memoria de ese día, los guardias juran todos los años defender al Romano Pontífice hasta dar la propia vida.
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