Uno de estos decretos reconoce el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Luis Eduardo Cestac, sacerdote diocesano y fundador del Instituto de las Hijas de María; nacido en Bayona (Francia) el 6 de enero 1801 y muerto en Anglet (Francia) 27 de marzo 1868.
El Santo Padre también aprobó el decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Irene Stefani, religiosa profesa del Instituto de las Misioneras de la Consolata; nacida en Anfo (Italia) 22 de agosto 1891 y fallecida en Gekondi (Kenya) 31 de octubre 1930.
Asimismo, autorizó promulgar las virtudes heroicas de los seis siguientes Siervos de Dios: Luigi Savaré, sacerdote diocesano, nacido en Cremona (Italia) en 1878; Eugenio Reffo, Co-fundador y sacerdote profeso de la Congregación de San José, nacido en Turín (Italia) en 1843; Magdalena del Sagrado Corazón, fundadora de las Siervas Pobres de la Madre de Dios, nacida en Stoke Rochford (Inglaterra) en 1832.
También de María Josefa Scandola, religiosa profesa de las Hermanas Misioneras de las Pías Madres de África, nacida en Bosco Chiesanuova (Italia) en 1849; Itala Mela, oblata benedictina del monasterio de san Pablo extramuros, nacida en La Spezia (Italia) en 1904; y Uberto Mori, laico, padre de la familia, nacido en Módena (Italia) en 1926.
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