Además ha recordado la fiesta de San Pelagio, que se celebra el 26 de junio, "un adolescente de catorce años, que prefirió morir antes que dejarse manipular por los halagos de la lujuria". Mons. Fernández afirma que se trata de un "ejemplo siempre actual para los jóvenes de nuestro tiempo".
Fue martirizado donde hoy se levanta el Seminario diocesano y es patrono de todos los jóvenes, especialmente de los que caminan hacia el sacerdocio bajo su patrocinio en la Diócesis de Córdoba.
En estos día tres alumnos del seminario se ordenarán dos como presbíteros y uno como diácono, además de un cuarto que se ordenó en la fiesta de San José. "Son para la diócesis un regalo especial de Dios, y los acogemos con actitud de fe, que llena nuestro corazón de esperanza”.
“Estoy seguro que su paso firme suscitará la respuesta generosa de otros jóvenes a la llamada de Dios para el sacerdocio ministerial", ha dicho el Obispo de Córdoba y ha pedido oraciones "por los que son ordenados y por los que son llamados a seguir a Jesús por este camino" ya que según ha recordado Mons. Fernández "la Iglesia necesita sacerdotes, y no hemos de cansarnos de pedirlos al Dueño de la mies".
El Obispo también ha recordado que el próximo 29 de junio se celebra la fiesta de San Pedro y San Pablo que según ha dicho "nos habla del ministerio ordenado, sin el que no existe la Iglesia fundada por Cristo". Y ha precisado que "nuestra pertenencia a la Iglesia se debe a una iniciativa de amor gratuito del Señor, que nos llama a pertenecer a su familia, a la Iglesia que Cristo ha fundado, y en la que ingresamos por el santo bautismo".
Al fundar la Iglesia, explicó, Jesús ha elegido a Pedro constituyéndole roca firme y fundamento de la verdad, del amor y de la unidad, por eso "la Iglesia es jerárquica en su estructura, animada por el Espíritu Santo como su alma propia. Los dones del Espíritu no se dan nunca en conflicto con la sucesión apostólica. Y aquel que sucede a Pedro y los Obispos en comunión con él están al servicio de la comunión en la Iglesia, para articular todos esos carismas".
El Obispo recuerda en su carta que en la fiesta de San Pedro se celebra también el día del Papa, "e incluso hacemos una colecta para la caridad del Papa en el mundo entero. Pertenecer a la Iglesia católica lleva consigo la plena comunión con el Papa que nos preside en la caridad a todos los católicos", por eso ha animado a sintonizar "afectiva y efectivamente con su persona y ministerio. Leer sus enseñanzas, seguir sus directrices, obedecer su disciplina. En esto consiste la comunión eclesial".
Finalmente, el Prelado dio gracias a Dios al acabar este curso, en el que Dios nos ha colmado de sus bendiciones, "nos ha mantenido fieles en la comunión de su santa Iglesia, ha hecho fecundos nuestros trabajos y nos ha bendecido con estos nuevos ordenados en el ministerio sacerdotal. Gracias todas ellas que si son recibidas con gratitud nos abren a nuevas gracias que Dios nos tiene preparadas".
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