Un sacerdote jesuita chileno, P. Felipe Berrios, apareció en un programa de televisión ante todo su país a decir que está a favor del matrimonio homosexual:
¿Cuál es el problema del matrimonio homosexual? Los homosexuales son hijos de Dios. Él los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso de que lo sean
También dijo que aunque él consideraba que el aborto es una inmoralidad, aceptará sin mayor dificultad la próxima ley abortista:
Si la gran mayoría discute en el Parlamento y acepta en el futuro una ley de aborto, yo lo voy a aceptar, pero para mí será inmoral por lo que yo pienso. Pero no puedo imponer esa manera de pensar
¿Saben ustedes cuál ha sido sin excepción, al menos hasta la hora en que escribo este post, la reacción de los obispos chilenos?
Esta:
¿Y cuál la del P. Adolfo Nicolás, Prepósito General de la Compañía de Jesús, responsable de ese jesuita?:
¿Y cómo nos quedamos los fieles, muchos o pocos, que creemos que la enseñanza de la Iglesia vale para algo ante lo dicho por el jesuita, lo no dicho por los obispos y la actitud del insigne sucesor de San Ignacio ante lo que ocurre con su orden?
Algunos así:
Y otros, probablemente los menos, así:
No será que no nos han avisado:
Ap 2,20-23
Pero tengo contra ti que permites a Jezabel, esa que a sí misma se dice profetisa, enseñar y extraviar a mis siervos hasta hacerlos fornicar y comer de los sacrificios de los ídolos.
Yo le he dado tiempo para que se arrepintiese; pero no quiere arrepentirse de su fornicación, y voy a arrojarla en cama, y a los que con ella adulteran, en tribulación grande, por si se arrepienten de sus obras.
Y a sus hijos los haré morir con muerte arrebatada, y conocerán todas las iglesias que yo soy el que escudriña las entrañas y los corazones, y que os daré a cada uno según vuestras obras.
Da igual que en vez de llamarse Jezable se llame Felipe Berrios. El fondo de la cuestión es el mismo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
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