La Iglesia en Mendoza, con el acento en la misericordia

Mendoza (AICA): La arquidiócesis de Mendoza celebró el domingo 4 de octubre la Fiesta Diocesana en honor de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la arquidiócesis, con una multitudinaria convocatoria en el atrio de la basílica ubicada en Salta y Fray Luis Beltrán. Hubo un llamado a vivir la misericordia, en consonancia con el Año Jubilar convocado por Francisco.

La arquidiócesis de Mendoza celebró el domingo 4 de octubre la Fiesta Diocesana en honor de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la arquidiócesis, con una multitudinaria convocatoria en el atrio de la basílica ubicada en Salta y Fray Luis Beltrán.

En esta ocasión, la fiesta se trasladó al templo donde se venera a la patrona y dejó el teatro griego Frank Romero Day, donde se venía realizando desde 1991 cuando fue instituida por monseñor Cándido Genaro Rubiolo. Hubo una nutrida presencia de jóvenes, que fueron llegando horas antes de la celebración principal.

El lema de la fiesta de este año fue “María nos regala la misericordia de Dios y la alegría del Evangelio”. En este sentido, el arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, hizo un llamado a vivir la misericordia.

“Dando continuidad a nuestro camino pastoral, el Papa ha tenido la providencial iniciativa de invitarnos a celebrar el Año Santo de la Misericordia, a partir del próximo Adviento. Nada más oportuno para recorrer el camino de la reparación que la invitación del Santo Padre a ser ‘misericordiosos como el Padre”, dijo monseñor Franzini.

El arzobispo anunció asimismo que en los próximos meses se concretarán las distintas propuestas encaminadas “vivir con toda intensidad, junto a toda la Iglesia, este tiempo de gracia y renovación”.

En otro tramo de su mensaje, según consignó Los Andes, el pastor mendocino comentó que “la fiesta de la fe se celebra con la discreción y la sencillez de María y así también se anuncia el Evangelio para que pueda continuar y profundizar el camino pastoral, junto a toda la Iglesia, por esa misma senda”.

“Una Iglesia pobre al servicio de los pobres, como nos dice Francisco, no puede elegir otro rumbo”, sentenció el arzobispo.

Monseñor Franzini invitó a los fieles a rezar por el Sínodo de los Obispos que se realiza en Roma. “De la familia depende, en buena medida, el futuro de la Iglesia y del mundo. Pidamos al Señor para que el papa y los padres sinodales la luz del Espíritu Santo para que puedan discernir y encontrar caminos que hoy hace falta recorrer”, concluyó.+

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