Llamados a evangelizar con el testimonio de vida

Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): En la fiesta de san Francisco de Asís, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, presidió una misa en el templo a este santo dedicado. Allí renovó el llamado para que los fieles se comprometan con el anuncio del Evangelio, principalmente con el testimonio de vida.

En la fiesta de san Francisco de Asís, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, presidió una misa en el templo a este santo dedicado. Concelebraron el párroco, fray Sergio Martín OFM, y el vicario parroquial.

Ante la presencia de numerosos fieles, el pastor marplatense destacó la figura de san Francisco y llamó a toda la comunidad a "revitalizar la fe y a ser testigos de Jesús con el ejemplo de vida inspirado en el evangelio".

" San Francisco fue un gran don de Dios, un regalo para la Iglesia de su tiempo y de todos los tiempos, un regalo que solamente la gracia del Señor puede hacer. San Francisco es modelo del hombre reconciliado con Dios y redimido por la gracia de Cristo, que recupera las relaciones fundamentales que se vieron dañadas por el pecado original", expresó el obispo en su homilía.

Más adelante, monseñor Marino recordó las palabras iniciales de Laudato si’, que el Papa retoma del Cántico de las Creaturas de san Francisco. El celebrante observó que esa admiración ante la armonía de la naturaleza hay que mirarlo en toda su profundidad, ya que surge de la conciencia renovada y de una dependencia total de Dios, de una consciencia de Cristo y del hombre nuevo. “De allí la fraternidad universal que alcanza también a la naturaleza", dijo.

"El papa Francisco insiste en la nueva evangelización, concretamente con sus expresiones de ‘Iglesia en salida’, Iglesia que no se contenta en recibir, en esperar a los fieles que ya creen y vienen a participar, sino una Iglesia que sale a proponer. Celebrar las fiestas patronales de una comunidad parroquial implica una renovación de esta consciencia”, añadió.

“Si somos Iglesia, si somos cristianos y llevamos este nombre, tenemos que entender que por eso mismo, somos misioneros, enviados por Cristo”, insistó el obispo. “No solos los sacerdotes, los consagrados, cada cual en su función propia, todos somos testigos del Evangelio, predicándolo ante todo con el ejemplo de vida”, agregó.

El obispo concluyó con un llamado a revitalizar la fe y renovar la consciencia de que “Jesucristo ha querido vincularnos en la redención, en la salvación del mundo, a modo de instrumentos suyos y quiere que su gracia pase también por nuestro testimonio, ejemplo de vida y por la luminosidad de nuestras buenas obras".+
 

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