Mons. Barbaro dedicó el templo y consagró el altar de la parroquia de Coronel Du Graty
El prelado presidió la misa que concelebraron el obispo auxiliar, monseñor Gustavo Montini y el obispo emérito, monseñor José Sartori.
Numerosos fieles colmaron el interior del templo y el amplio atrio, para seguir la celebración eucarística y el rito de dedicación y consagración de la sede parroquial.
En la homilía, monseñor Barbaro recordó que Dios mismo pide en el Antiguo Testamento la construcción de un templo y, más adelante, los cristianos prestaron especial atención en tener un lugar dedicado al culto.
“Desde el principio tuvieron lugares de encuentro, donde rezaban juntos; de ahí proviene la palabra Iglesia –Ecclesia-: lugar de reunión. Eran sitios destinados al culto a Dios, a los sacramentos, en particular a la celebración de la santa misa”, explicó.
El prelado precisó que los fieles también quisieron manifestar la grandeza y la belleza de Dios en la confección de los lugares santos, al señalar que “buscaron siempre que los templos fueran dignos, bien decorados”.
“Buena parte del arte estuvo históricamente vinculado al culto. Es verdad que no podemos expresar la grandeza de Dios con una pintura, o una buena imagen y no cambia Dios porque las paredes estén cuidadas. Sí expresamos nosotros nuestro amor con esos cuidados: como te valoro, te doy todo lo que puedo y por eso cuido el templo y la dignidad de la liturgia”, destacó.
“Esto no está reñido con ayudar a los pobres, podemos hacer las dos cosas”, aseguró.
Monseñor Barbaro detalló las partes de los ritos propios de dedicación y consagración, al indicar que la celebración “incluye el gesto de purificar a las personas y a la construcción con el agua bendita. El incienso expresa la dedicación a Dios, y el humo que se eleva nuestra oración que sube hacia el Cielo”.
“La unción con el Santo Crisma habla de que este altar y este templo son exclusivos para Dios. Se destaca la dedicación del altar con distintos ritos ya que significa a Cristo, es el lugar donde se realiza el sacrificio de la Cruz”, agregó.
Monseñor Montini exhortó a cada cristiano a “ser piedra viva” y consideró que esta celebración debe comprometer a cada fiel a acercarse más a Dios, pensar como Cristo y vivir como Dios pide.
“Que encienden a otros con el calor de su amor a Dios, que contagian la fe a su alrededor con el testimonio y la palabra. Piedras vivas en la familia, piedras vivas en el trabajo, piedras vivas en el barrio, y por supuesto también en la parroquia”, concluyó.
El párroco de la Asunción de María, presbítero Carlos Merlo Masino, agradeció a los obispos, sacerdotes y a los presentes y dio detalles de los trabajos que se efectuaron por varios meses en la ampliación y refacción de la mayor parte de la estructura edilicia.
El sacerdote también agradeció la colaboración del Gobierno de la provincia del Chaco y de numerosos fieles de la comunidad que, en forma anónima, aportaron para sacar adelante la concreción de esta gran obra para gloria de Dios.+
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