A continuación el texto completo de la conferencia de prensa, traducido por ACI Prensa:
Greg Burke, Director Oficina de Prensa Santa Sede: Gracias, Santo Padre. Bienvenido. Usted habla mucho de caminar juntos, esto cuando habla de diversas religiones… también nosotros hemos hecho un poco un camino juntos. Alguno por primera vez, tenemos periodistas suizos, creo que hacía un poco de tiempo que no venían suecos. Empiezan ellos, Elen Svedenmark, de la agencia sueca TT.
Papa Francisco: Antes de nada quería saludarlos y darles las gracias por el trabajo que han hecho y el frío que han pasado. Pero hemos salido a tiempo, porque dicen que esta tarde bajará la temperatura 5 grados más. Hemos salido a tiempo. Muchas gracias. Gracias por la compañía y por su trabajo.
Ellen Svedenmark: Gracias. Hola. Ayer Santo Padre ha hablado de la revolución de la ternura, y al mismo tiempo vemos cada vez a más personas de países como Siria o Irak que buscan un refugio en países europeos, pero algunos reaccionan con miedo o incluso hay personas que piensan que la llegada de estos refugiados pueda amenazar la cultura del cristianismo y Europa. ¿Cuál es el mensaje para la gente que teme este desarrollo de la situación? ¿Y cuál es su mensaje a Suecia, que después de una larga tradición de recibir refugiados ahora comienza a cerrar sus fronteras?
Papa Francisco: Antes de nada, yo como argentino y sudamericano agradezco mucho a Suecia por esta acogida, porque muchos argentinos, chilenos, uruguayos, en el tiempo de las dictaduras militares han sido acogidos por Suecia.
Suecia tiene una larga tradición de acogida, no solo de recibir sino de integrar, de buscar rápido casa, escuela, trabajo, integrar en un pueblo. Me han contado las estadísticas, quizás me equivoque, no estoy seguro, pero lo que recuerdo, pero puedo equivocarme… ¿cuántos habitantes tiene Suecia? 9 millones. De estos 9 millones –me han dicho– 850 miles serían nuevos suecos, es decir, inmigrantes o refugiados o sus hijos.
Esto lo primero. Segundo: se debe distinguir entre emigrante y refugiado. El emigrante debe ser tratado con ciertas reglas, porque emigrar es un derecho, pero es un derecho muy regulado. Sin embargo, ser refugiado viene de una situación de guerra, de angustia, de hambre… de una situación terrible. Y el estatus del refugiado tiene necesidad de más cuidado, de más trabajo y también en esto Suecia siempre ha dado ejemplo de prepararlo, en hacer aprender la lengua y la cultura, también de integrar en la cultura.
¡Con esto de la integración de las culturas no debemos asustarnos eh! Porque Europa ha sido hecha con una continua integración de culturas, muchas culturas, ¿no? Creo que –esto no lo digo de modo ofensivo, no, no, no, sino como una curiosidad– el hecho de que hoy en Islandia prácticamente la lengua islandesa de hoy pueda leer a sus clásicos de miles de años sin dificultad significa que es un país con poca migración o pocas oleadas, como ha tenido Europa.
Europa se ha hecho de migraciones y… después, ¿qué pienso de los países que cierran las fronteras? Creo que en teoría no se puede cerrar el corazón a un refugiado. Pero también la prudencia de los gobernantes, deben estar muy abiertos a recibirles pero también a hacer el cálculo de cómo poder ayudarlos, porque no solo a un refugiado se le debe recibir, sino que se le debe integrar.
Y si un país tiene una capacidad viviente –digamos así– de integración, que haga hasta ahí.. ¿Algo más? ¡Que haga más! Pero siempre con el corazón abierto, no es un humano cerrar las puertas. No es humano cerrar el corazón. Y a la larga esto se paga. Aquí se paga políticamente, ¿no? Como también se puede pagar políticamente una imprudencia en los cálculos, en recibir más de aquellos que se puede integrar, porque el peligro cuando un refugiado, un emigrante (esto vale para ambos) no es integrado, si, –me permito la palabra, es un neologismo quizás– se ‘guetiza’, entra en un gueto.
Es una cultura que no se desarrolla en relación con la otra cultura. Esto es peligroso. Creo que el peor consejo para los países que tienden a cerrar las fronteras es el miedo. El mejor consejo es la prudencia.
He hablado con un funcionario del gobierno sueco en estos días y me contaba de algunas dificultades que en este momento tienen –y esto va también por su última pregunta– porque vienen muchos a los que no hay tiempo de ayudar y de encontrar escuela, casa, trabajo, aprender la lengua. La prudencia debe hacer algo.
Pero Suecia, yo no creo que si Suecia disminuye su capacidad de acogida sea por egoísmo, porque ha perdido esa capacidad. Si hay algo de este tipo es por esto último que he dicho: que muchos hoy miran a Suecia porque conocen la acogida, pero para ayudarlos no tienen el tiempo necesario para todos. No se si le he respondido.
Greg Burke: Muchas gracias Santo Padre, ahora una pregunta de la nación sueca en la misma línea.
Cristina Kaplan: Buenos días, Suecia que ha acogido este importante encuentro ecuménico tiene una mujer como líder de la propia Iglesia. ¿Qué piensa al respecto? ¿Es realista pensar en las mujeres sacerdotes también en la Iglesia Católica en los próximos decenios? Y si no, ¿por qué los sacerdotes católicos tienen miedo a la competencia?
Papa Francisco: Leyendo un poco la historia de esta zona donde hemos estado he visto que hubo una reina que quedó viuda tres veces. Y he dicho: pero esta mujer es fuerte. Y me han dicho que las mujeres suecas son muy fuertes, muy valientes. Y por esto cualquier hombre sueco busca una mujer de otra nacionalidad… no sé si es cierto, pero…
Sobre la ordenación de mujeres en la Iglesia Católica, la última palabra es clara y la dio San Juan Pablo II y esto permanece. Sobre la competencia… no sé (risas).
Si leemos bien la declaración hecha por San Juan Pablo II, va en esa línea, sí.
Pero las mujeres pueden hacer muchas cosas mejor que los hombres, y también en el campo dogmático, para aclarar, para dar una claridad, no decir solo una referencia a un documento. En la eclesiología católica hay dos dimensiones para pensarla.
La dimensión petrina, que es la del Apóstol Pedro y el colegio apostólico, que es la pastoral de los obispos; y la dimensión mariana, que es la dimensión femenina de la Iglesia, y esto lo he dicho más de una vez.
Yo me pregunto: ¿Qué es más importante en la teología y en la mística de la Iglesia: los apóstoles o María en el día de Pentecostés? ¡Es María! ¡La Iglesia es mujer! Es la Iglesia y no el Iglesia… es la Iglesia esposa de Jesucristo. Es un misterio esponsalicio. Y a la luz de este misterio se comprende por qué estas dos dimensiones.
Dimensión petrina, es decir episcopal, y dimensión mariana, con toda la maternidad de la Iglesia. Pero en un sentido más profundo, no existe la Iglesia sin esta dimensión femenina, porque ella misma es femenina.
Greg Burke: Ahora hay una pregunta de Austen Ivereigh
Austen Ivereigh: Muchas gracias, Santo Padre este otoño ha sido muy rico en encuentros ecuménicos con las iglesias tradicionales, la ortodoxa, la anglicana y ahora la luterana, pero la mayoría de los protestantes ahora en el mundo son de tradición evangélica, pentecostal.
Yo tengo entendido que en la vigilia de Pentecostés del año que viene habrá un acto en el Circo Massimo celebrando el 50 aniversario de la Renovación Carismática. Usted ha tenido muchas iniciativas, tal vez por primera vez un Papa se reunió en 2014 con los líderes evangélicos. ¿Qué ha pasado con esas iniciativas, y qué es lo que se espera lograr de la reunión del encuentro del año que viene? Muchísimas gracias.
Papa Francisco: Con esas iniciativas, yo diría tuve dos, dos tipos de iniciativas, una cuando fui a Caserta a la iglesia carismática y también en esa misma línea cuando en Turín fui a la iglesia Valdense.
Una iniciativa de reparación y de perdón porque los católicos, parte de la Iglesia Católica no se portó bien con ellos, y ahí había que pedir perdón y sanar una herida y la otra iniciativa fue la del diálogo, esto ya desde Buenos Aires, en Buenos Aires por ejemplo hemos tenido tres encuentros en el Luna Park de Buenos Aires que tiene capacidad para siete mil personas, tres encuentros de fieles evangélicos y católicos, en la línea de la Renovación Carismática, pero abierta también.
Y encuentro de todo el día, predicaba un pastor un obispo evangélico y predicaba un sacerdote católico, un obispo católico o dos y dos, iban variando, en dos de esos encuentros, sino en los tres, pero en dos seguro, predicó el Padre Cantalamessa, el predicador de la Casa Pontificia, la cosa viene ya de Papas anteriores desde que estaba en Buenos Aires y eso nos hizo bien.
Y también tuvimos dos retiros espirituales de tres días, de pastores y sacerdotes conjunto, predicados también por pastores y un sacerdote, un obispo, y eso ayudó mucho al diálogo, a la comprensión al acercamiento, al trabajo, sobre todo al trabajo con los más necesitados, juntos y al respeto, al gran respeto, eso son respectos a las iniciativas que vienen ya desde Buenos Aires.
Y ya acá en Roma, tuve algunas reuniones con dos pastores, con tres ya, algunos venían de Estados Unidos, de acá de Europa, y lo que usted menciona es la celebración que organiza el el ICCRS, la celebración de los 50 años de la Renovación Carismática, que nació ecuménica y por eso va hacer ecuménica en ese sentido y va a hacer en el Circo Massimo.
Yo tengo previsto si Dios me da vida ir a dar una charla ahí. Creo que dura dos días, pero todavía no está organizada, sé que van a hacer la vigilia de Pentecostés y yo voy a tener una charla en algún momento.
Respecto a la Renovación Carismática y respecto a los Pentecostales, la palabra pentecostal, la renovación pentecostal, hoy día es equívoca, porque menciona muchas cosas, muchas asociaciones muchas comunidades eclesiales que no son iguales, incluso son hasta opuestas entonces hay que precisar más, se han universalizado tanto que resulta un término equívoco. En Brasil es típico, proliferó bastante.
La Renovación Carismática nace y uno de los primeros opositores que tuvo en Argentina es el que le está hablando, porque yo era provincial de los jesuitas en aquella época cuando empezó, y yo prohibí a los jesuitas que se metieran en eso y públicamente dije que cuando se iba a hacer una celebración litúrgica, tenía que ser una celebración litúrgica y no una escuela de samba, eso lo dije.
Hoy pienso lo contrario: cuando la cosa está bien hecha, en Buenos Aires todos los años, una vez al año, teníamos la Misa en la Catedral con la Renovación Carismática donde venían todos, yo también he sufrido un proceso de reconocer lo bueno que la Renovación ha dado a la Iglesia y aquí no podemos olvidar la figura del Cardenal Suenens que tuvo esa visión profética y ecuménica.
Eva Fernández: Hace poco tiempo ha estado usted con Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela. ¿Qué sensación le ha dado esta reunión y cuál es su opinión sobre el inicio de las conversaciones?
Papa Francisco: El Presidente de Venezuela ha pedido una entrevista, una reunión porque venía de Oriente Medio, de Qatar, los Emiratos y hacía escala técnica en Roma. Había pedido una entrevista antes, vino en 2013, después había pedido otra reunión, pero se enfermó, no pudo venir, y pidió esto. Si el Presidente lo pide se le recibe. Y además, estaba en Roma por una escala.
Lo he escuchado durante media hora, una reunión, le he escuchado, le he hecho alguna pregunta y he escuchado su opinión. Siempre es bueno escuchar todos los aires, ¿no? He escuchado su parecer.
En referencia a lo segundo, el diálogo. El único camino para todos los conflictos, para todos los conflictos… no hay otra. Yo con el corazón daré lo mejor con el diálogo, y creo que se debe ir por ese camino, no sé cómo terminará, no sé porque es muy complicado.
La gente que está en el diálogo es gente de una estatura política importante. Zapatero, que ha sido dos veces Presidente del gobierno de España, y ese otro, Restrepo, han pedido a la Santa Sede que esté presente en el diálogo. Las dos partes. Y la Santa Sede ha asignado al nuncio en Argentina, monseñor Celli (Presidente Emérito del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales).
Pero el diálogo que favorece la negociación es el único camino para salir de los conflictos. No hay otra, si esto se hubiera hecho en Oriente Medio cuántas vidas no se habrían salvado.
Mathilde Imberti: Santidad, estamos volviendo de Suecia, donde la secularización es muy fuerte, es un fenómeno que toca a Europa en general. En un país como Francia se estima que en los próximos años una mayoría de ciudadanos no tendrán religión alguna. Según Usted, ¿la secularización es una fatalidad? ¿Quiénes son los responsables? ¿Los gobiernos laicos o la Iglesia que sería demasiado tímida?
Papa Francisco: Fatalidad no. No creo en las fatalidades. ¿Quiénes son los responsables? No lo sabría decir: “Tú eres el responsable”, No lo sé. Es un proceso de… pero primero querría decir una cosa. El Papa Benedicto XVI ha hablado mucho de esto y claramente, y cuando la fe se convierte en tibia es porque como él dice se debilita la Iglesia.
Los tiempos más secularizados… pensemos en Francia. Los tiempos de la mundanización de la corte, los tiempos en los que los sacerdotes eran empleados de la corte, es un funcionalismo clerical… faltaba la fuerza de la evangelización, la fuerza del Evangelio… siempre que hay secularización podemos decir algo de debilidad en la evangelización, eso es verdad.
Pero también hay otro proceso. Un proceso cultural. Proceso de –creo que he hablado de ello una vez– de la segunda forma de incultura, cuando el hombre recibe el mundo de Dios y para hacerlo cultura, para hacerlo crecer, dominarlo… en un cierto punto el hombre se siente muy dueño de esa cultura, pensemos en el mito de la Torre de Babel, tan dueño de esa cultura que empieza a hacer a él creador de otra cultura, pero suya, y ocupa el puesto de Dios creador, ¿no?
Y en la secularización creo que antes o después se llega al pecado contra Dios creador. Es suficiente… no es un problema de laicidad, porque se requiere una sana laicidad que es la autonomía sana de las cosas, la autonomía sana de las cosas, la autonomía sana de las ciencias, del pensamiento, de la política, se requiere una sana laicidad.
Otra cosa es un laicismo más como eso que nos ha dejado en herencia el iluminismo, ¿no? Creo que son estas dos cosas: un poco la suficiencia del hombre creador de cultura, pero que va más allá de los límites y se siente Dios y también una debilidad en la evangelización, que se convierte en tibia, y los cristianos son tibios.
Ahí nos salva un poco retomar la sana autonomía en el desarrollo de la cultura y de las ciencias también con la dependencia de ser criaturas, no Dios, ¿no? Y también retomar la fuerza de la evangelización. Hoy creo que esta secularización es muy fuerte en ciertas culturas y también muy fuerte en diversas formas de mundanidad. La mundanidad espiritual. Cuando entra en la Iglesia la mundanidad espiritual es lo peor.
No son palabras mías esto que digo ahora, son palabras del Cardenal Lubac, uno de los grandes teólogos del Concilio. Dice que cuando en la Iglesia entra la mundanidad espiritual –esto es un modo– es lo peor que puede suceder, peor todavía que lo que ocurrió en la época de los Papas corruptos. Y dice algunas formas de corrupción de los Papas, no me acuerdo bien, pero muchos… la mundanidad, una homilía…
Pero diré esto: Jesús cuando ora por todos nosotros en la Última Cena pide una cosa para todos nosotros al Padre: no quitarnos del mundo, sino defendernos del mundo de la mundanidad. Es peligrosísima. Es una secularización un poco maquillada, un poco travestida, un poco ‘pret-a-porter’ en la vida de la Iglesia. No sé si he respondido un poco…
Greg Burke: Gracias Santidad. Ahora la televisión alemana ZDF Jurgen Erbacher y estamos a 35 minutos, todavía uno más
Papa Francesco: Si para ellos, para el almuerzo....
Jurgen Erbacher: Santidad, hace unos días ha encontrado el Grupo Santa Marta, que se encarga de luchar contra la esclavitud y el tráfico humano, temas que a mi parecer está en su corazón, pero no sólo como Papa porque ya en Buenos Aires se ocupaba de estos temas. ¿Por qué? ¿Ha tenido alguna experiencia especial o tal vez personal?. Y luego, como alemán debo también preguntar, al inicio del año de la conmemoración de la Reforma va a ir al país donde ha comenzado esta Reforma hace 500 años, tal vez durante este año.
Papa Francisco: Comienzo por la segunda: el programa de los viajes del próximo año no se han hecho, sólo casi seguro se sabe que se iría a la India y a Bangladesh, pero no está hecho, es una hipótesis.
Sigo con la primera pregunta: si, yo ya de tiempo en Buenos Aires, pero como sacerdote, siempre he tenido esta inquietud de la carne de Cristo, ¿no?... el hecho que Cristo sigue sufriendo y Cristo está siendo crucificado continuamente en sus hermanos más débiles... y eso ¡siempre me ha conmovido!.
Yo como sacerdote he trabajado, pequeñas cosas con los pobres, pero no exclusivamente, también he trabajado con los universitarios y... luego como Obispo de Buenos Aires también con grupos no católicos y no creyentes en contra del trabajo esclavo, sobre todo con los migrantes latinoamericanos que llegan a Argentina, les quitan el pasaporte y los ponen a hacer trabajos esclavos en las industrias clandestinas.
Pero una vez se incendió una, y los niños que estaban en la terraza, murieron todos, y también alguno que no logró huir. Verdaderamente esclavos, esclavos... ¡esto me conmovió! La trata de personas... también he trabajado con dos congregaciones de religiosas que trabajan con las prostitutas o... las mujeres esclavas de la prostitución, no me gusta decir prostitutas... esclavas de la prostitución.
Luego una vez al año todos estos esclavos del sistema hacían una Misa en la Plaza de la Constitución, que es una de la termina, una de la ferrovía, como en Términi, piensa en Términi (estación central de trenes en Roma)... y se hacía una Misa con todos y a esta Misa venían todas las organizaciones, las hermanas que trabajan y también los grupos de no creyentes pero que trabajan juntos.
Y aquí se trabaja igual. Pero aquí en Italia se trabaja muy bien el voluntariado que trabajan en contra de cualquier forma de esclavitud, sea del trabajo, sea de la mujer... hace algunos meses he visitado estas organizaciones y a la gente... aquí en Italia se trabaja bien el voluntariado, yo no sabía que esto era así...
Es algo hermoso que tiene Italia, ¿verdad?, el voluntariado se debe a los párrocos, los párrocos... el oratorio y el voluntariado son dos cosas que nacen del celo apostólico de los párrocos italianos, pero no sé si he respondido.
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