Ante el debate de los vientres de alquiler en la sociedad española, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) alentó el acompañamiento a las parejas que no pueden tener hijos y pidió leyes “garantistas” y “flexibles” para facilitar la adopción de niños.
Según ha manifestado en la rueda de prensa del jueves 23 de febrero en la sede de la CEE, “la posición de los obispos españoles” sobre los vientres de alquiler “es la misma posición de la Iglesia y de la moral cristiana y va en línea con lo defendido en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.
En ese sentido explicó también que su postura es independiente a si las madres reciben un pago ya que “hay casos de mujeres que lo hacen en países del primer mundo, pero también en países del tercer mundo con condiciones económicas más precarias donde se viven auténticas situaciones de mercantilización”.
“Seamos serios al tratar estas cosas y no busquemos eufemismos: si es vientre de alquiler es vientre de alquiler. Si es aborto es aborto y no interrupción del embarazo”, aclaró.
“Por tanto si se paga o como si no se paga el servicio de gestación, este contraviene el orden natural, de la procreación humana. Y no cura la infertilidad sino que trata de proporcionar un medio alternativo, que la Iglesia considera no lícito al acto de procreación humana”.
Esto, dijo, es “algo en lo que coincidimos con otras instituciones sociales de diversos signos con las que compartimos la percepción común qué es la dignidad del ser humano”.
“Quisiera ser muy respetuoso y no entro en las conciencias ni en la valoración de las personas que sufren por no tener hijos. Pero los niños y las mujeres no tienen un precio sino dignidad. Un hijo no es un derecho, es un don”, precisó el P. Gil Tamayo.
“La Iglesia entiende y acompaña el dolor de las personas que no pueden tener hijos y anima a vivir el deseo natural de la paternidad de otros modos, no solo el biológico. Como es la paternidad orientada a la adopción y acogida especialmente de los más pequeños”, subrayó el portavoz de la CEE.
El P. Gil Tamayo dijo además que los niños que nacen de un vientre de alquiler “tienen la misma dignidad que las demás” y “serán fruto de una transacción, casi siempre económica, o de una instrumentalización al servicio de un derecho falso que es el derecho a tener hijos”.
Violencia contra las mujeres
En las últimas 72 horas, cinco mujeres han muerto en España en distintos casos de violencia doméstica. El portavoz de los obispos españoles lamentó profundamente estas muertes. “Condenar de forma rotunda, por parte de la CEE, la violencia doméstica que se está sufriendo en la sociedad española y que llega a cotas preocupantes por la reiteración”, afirmó.
El vocero también aseguró “la unión a las familias de las víctimas y nuestra oración para que en la sociedad española quede erradicada esta forma de violencia”.
Según apuntó el P. Gil Tamayo, detrás de la muerte de estas cinco mujeres en los últimos días, así como en los casos de violencia doméstica, “hay mucho sufrimiento, dolor contenido a lo largo de años, hijos huérfanos, en este caso hay un bebé muerto”.
“Esto nos duele y nos tiene que hacer pensar como sociedad. Es un problema social y de todos que debemos solventarlo con responsabilidad, con educación y sensibilización, además de con la denuncia clara y firme”, concluyó.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 13 de febrero de 2017
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