Madrid.- Women of the World, una iniciativa de Profesionales por la Ética, y otros grupos internacionales, publicaron un vídeo en el que muestran los vientres de alquiler como “una forma de explotación de la mujer y tráfico de personas”.
Según explican en el video, los vientres de alquiler, también llamados maternidad subrogada, “se intenta presentar como una forma más de reproducción asistida o un tratamiento altruista para paliar la infertilidad, pero la realidad es bien distinta”.
“El alquiler del útero supone una violación de la dignidad tanto de la madre como del niño, al convertirlos en objetos comerciales”, denuncian.
En ese sentido precisan que “los contratos de alquiler de útero suponen una cosificación de los seres humanos en los que el niño es un producto de mercado que se encarga, se fabrica, se vende y se compra para satisfacer el deseo o capricho de unos adultos de ser padres a toda costa”.
Además alertan que “cuando un bebé es fruto de una compra venta y se ha pagado una alta suma por él, parece que se pudiera exigir unos estándares de calidad o incluso que se pueda devolver si el cliente no queda satisfecho”.
En el video exponen el caso de la tailandesa Pattarambom Chambua, una mujer que “ante una situación de pobreza cedió su vientre de alquiler a una pareja australiana”. Sin embargo, la pareja que la había contratado quiso obligarla a que abortara a uno de los gemelos que gestaba para ellos porque tenía síndrome de Down.
Pattarambon se negó y decidió quedarse con el pequeño con discapacidad, mientras que los dos hombres se llevaron al bebé sano que habían encargado.
De esta manera subraya el hecho de que “una mujer vende o alquila su cuerpo por dinero, convirtiéndose en un producto de usar y tirar con las secuelas psicológicas que esto conlleva” (ACI).
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