En la Misa celebrada en la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes de los jardines vaticanos para los Gendarmes del Vaticano y sus familias, señaló que “todos nosotros somos pecadores, y todos tenemos necesidad de un encuentro con el Señor, de un encuentro que nos de la fuerza para seguir adelante, para ser más buenos, simplemente”.
El Papa comentó ante los gendarmes, que desde hace más de 200 años se encargan de la seguridad del Papa y del Estado Vaticano, que, en la primera lectura del día, el profeta Isaías “nos exhorta a buscar al Señor, a convertirnos. Nos indica el camino hacia la conversión: buscar al Señor. Cambiar de vida, convertirnos… Y esto es verdad, pero Jesús cambia la lógica y va más allá, con una lógica que nadie podía entender: es la lógica del amor de Dios”.
“Es cierto, tú debes buscar al Señor y hacer todo lo necesario para encontrarlo, pero lo importante es que Él te está buscando a ti. Él te está buscando. Más importante que buscar al Señor es darse cuenta de que Él me está buscando.
En su homilía, Francisco destacó que “Dios no se cansa de salir para buscarnos, para hacernos ver que nos ama”. Señaló que “esa es su lógica de la conversión. Él sale de sí mismo para buscarnos, y lo ha hecho hasta tal extremo que ha mandado a su Hijo a buscarnos. Nuestro Dios siempre tiene su mirada sobre nosotros”.
También sostuvo su enseñanza en la parábola evangélica del hijo pródigo: “Pensemos en el padre del hijo pródigo. Dice el Evangelio que lo vio llegar a lo lejos. Pero, ¿por qué lo ve? Porque todos los días, y seguramente varias veces al día, se subía sobre la azotea para ver si regresaba su hijo”.
“Así es el corazón de nuestro Dios: nos espera siempre. Y cuando alguno dice: ‘He encontrado a Dios’, se equivoca. Es él el que te ha encontrado y te ha llevado consigo. Es él el que ha dado el primer paso. Él no se cansa nunca de salir. Y respeta la libertad de cada hombre, pero permanece ahí, esperando que nosotros le abramos un poco la puerta”.
El Santo Padre concluyó su homilía subrayando que “esta es la cosa grande del Señor: es humilde. Nuestro Dios es humilde. Se humilla esperándonos. Está siempre ahí, esperándonos”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 24 de septiembre de 2017
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