San Juan Macías nació en España en 1585. Siendo niño, quedó huérfano de padre y madre y quedó bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabjar como pastor. Más adelante se embarcó para el “Nuevo Mundo” y pasó por Cartagena, Pasto, Quito hasta que finalmente llegó a Lima.
En la “Ciudad de los reyes” se encontró con San Martín de Porres y se puso al servicio de un ganadero como pastor, sin dejar de rezar el Rosario. Tomó los hábitos en 1622 y más adelante fue designado como portero, donde brindó ayuda y consuelo a los pobres, los enfermos, explotados y oprimidos. Hasta él llegaban personalidades de la nobleza, como el virrey de Lima, para recibir sus consejos.
Recorría las calles de Lima pidiendo limosna para los pobres y cuando no podía salir, enviaba a su burrito, al que había amaestrado.
Cuando ya se acercaba el tiempo de partir a la Casa del Padre, sus hermanos empezaron a preocuparse de lo que sería de sus desvalidos y Juan los tranquilizó diciéndoles: “Con que tengan a Dios, sobra todo lo demás”.
Partió a la casa del Padre en septiembre de 1645 y fue canonizado por Pablo VI en 1975.
Si desea conocer más sobre este santo, también considerado “padre de los pobres” visite: https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=622
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