Con 11 centros de cuidados paliativos en la República Mexicana, la Iglesia brinda atención alimentaria, psicológica, legal y espiritual, además de dar albergue, medicamento y servicios de laboratorio a los enfermos que así lo requieran.
Redacción
El Obsevatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó una investigación sobre la labor que realiza la Iglesia Católica en México a favor de las personas enfermas con VIH y SIDA, apostolado iniciado durante el pontificado del Papa Juan Pablo II y vigente hasta la actualidad con el Papa Francisco.
A través de albergues y centros de atención en México, la Iglesia brinda los cuidados paliativos a toda persona que lo necesite como una “expresión de la actitud propiamente humana de cuidarse unos a otros, especialmente a quien sufre esta actitud”.
“Los albergues con que cuenta la Iglesia son de dos tipos. Uno de ellos dedica su atención al tratamiento de enfermos de VIH y SIDA. Otros brindan su atención a enfermos terminales entre los que se incluyen los afectados por el SIDA”, indicó.
Alrededor del país, la Iglesia cuenta con 11 albergues para enfermos de VIH y SIDA, lugares donde la persona puede encontrar atención alimentaria, albergue temporal, apoyo legal profesional, atención psicológica, nutricional, canalización médica, servicios de laboratorios, medicamentos, gastos funerarios y apoyo espiritual.
Con respecto al número de centros que asisten a enfermos en fase terminal, el Observatorio aclaró “que aún no se logra obtener un conteo preciso para definir quiénes de ellos, atienden entre sus enfermos en fase terminal, a aquellos con SIDA. Lo que sí conocemos es que estos albergues son dirigidos primordialmente por congregaciones religiosas femeninas, por su vocación de servicio al hermano y que muchas veces son asistidas en su labor, por un sacerdote”.
Campaña VIHDA
Gracias al trabajo de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS), Cáritas Mexicana, CAFOD (Catholic Internacional Development Charity) y la Universidad Iberoamericana del campus Puebla, se llegó a conformar una Red de Organizaciones de Inspiración Cristiana con trabajo en VIH y SIDA vigente hasta el 2014, dando como fruto la campaña “La Iglesia en México: Esperanza de VIHda”.
“Su objetivo –mencionó- fue el promover y acompañar a equipos diocesanos de base, a través de una educación de las relaciones afectivas y VIH, que disminuyera la exclusión y el estigma, desarrollando acciones concretas (solidaridad, atención y prevención)”.
Además, los obispos de la CEM realizan una colecta en atención a los enfermos del continente africano, esto en respuesta a la llamada que, en su momento, hizo el Papa Juan Pablo II de colaborar en la solución del problema de salud a nivel global.
“El VIH y SIDA no es solamente un problema de salud, es un problema de carácter humano, es por ello que la Iglesia siguiendo su vocación al estilo de Jesús, se lanza como el buen samaritano a dar consuelo y amor incondicional”.
“La iglesia ama sin distinción, sin culpas y sin límites, y por eso despliega todas sus herramientas en favor de la atención de estos hermanos. Sus albergues, sus centros de atención, sus laicos comprometidos, sus obispos, sus sacerdotes, sus religiosos y sus religiosas son solamente una muestra de que para la Iglesia no existen barreras. Porque la Iglesia es una comunidad que abraza al desprotegido”, puntualiza.
Enfermedades silenciosas
La diabetes, la obesidad y el cáncer, son los tres problemas de salud crónicos que más vidas cobra anualmente en el país, advierte otro estudio que publicó el Observatorio Nacional de la CEM, a través de la Dimensión de Pastoral de la Salud.
Lo anterior provoca que el Sistema de Salud Púbica se vea continuamente rebasado porque las personas que presentan alguna de estas enfermedades “requieren la asistencia recurrente del servicio de urgencias de un hospital; hecho que, de cierta forma, satura la demanda y por consecuencia limita la atención a pacientes con otras urgencias”.
La Pastoral de la Salud, en colaboración con la Federación Mexicana de Asociaciones de Médicos y Profesionistas de la Salud Católicos, propone replantear las políticas públicas de México en materia de salud, ya que mientras países del primer mundo invierten hasta 60 por ciento en prevención de enfermedades y 30 por ciento en servicios médicos, en México es al revés.
Plan trienal
La Pastoral de la Salud desarrolla -desde enero de 2017- un plan trienal de prevención de salud integral que en un primer momento conlleva la sectorización geográfica de la salud en colaboración con las 18 Provincias Eclesiales del país.
Además, por medio de la Campaña Nacional de Prevención de Pastoral de la Salud subtitulada “es mejor prevenir, que remediar” se pretende cumplir con tres objetivos específicos:
l Concientizar a los niños, con material lúdico y digital, a través de la campaña Jornada de Salud Infantil de la importancia de la prevención a temprana edad.
l Fomentar, por medio de una cartilla, la salud integral de la persona, que incluye el área social, física, familiar, alimenticia y espiritual. La cartilla estará dividida por meses y en su interior se podrán registrar todas las actividades que se vayan realizando.
l La etapa de transformación que consiste en la atención directa a los enfermos crónicos apoyados de agentes de pastoral de la salud.
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