Lo que os voy a decir os va a parecer increíble, pero es cierto. Lo había leído hacía tiempo, pero creí que no era verdad. Después, con más datos, pensé que era verdad, pero que debía tratarse de un loco o dos por país. Ahora sé que no, que hay individuos que buscan contagiarse de VIH de un modo consciente y deliberado. Parece ser que no es que busquen en realidad la enfermedad, sino que lo que les excita es el riesgo de contagiarse.
Se trata de una especie de ruleta rusa. Son llamados los bugchasers. Este fenómeno nos demuestra lo compleja que es la mente humana, los laberintos internos en los que puede perderse. El mundo de las perversiones es basto, unas veces oscuro, otras terrorífico. Esas personas están entre nosotros y llevan su mundo dentro sin que lo sospechemos. La película que, en mi opinión, mejor ha profundizado en este inframundo es Hannibal. Lo lamentable es que este tipo de fenómenos no son una ficción.
En mi reflexión acerca del Mal, durante todos estos años, me he asomado a muchos abismos. Este mundo es contenedor de muchos monstruos. Los cuales no tienen forma de vampiros ni de hombres-lobo.
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