En sus palabras, el Santo Padre señaló que “ayer, en Kosice, Eslovaquia, ha sido proclamada Beata Anna Kolesárová, virgen y mártir, asesinada por haberse resistido a quien quería violar su dignidad y su castidad”.
El Pontífice recordó que su caso fue como el de “nuestra italiana María Goretti”. “Que esta joven valiente ayude a los jóvenes cristianos a mantenerse firmes en la fidelidad al Evangelio, también cuando eso exige ir a contracorriente y pagar en persona”.
La joven Beata eslovaca Anna Kolesárová murió el 22 de noviembre de 1944, cuando tenía 16 años, defendiendo su castidad frente a un soldado soviético durante la Segunda Guerra Mundial.
En la Misa de beatificación, que tuvo lugar el sábado 1 de septiembre, el Cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, afirmó que la Beata Kolesárová “llegó preparada para el martirio gracias a su robusta vida espiritual, alimentada por la oración diaria y la asistencia a los sacramentos”.
Es “un modelo de vida para que los jóvenes puedan redescubrir la belleza del amor auténtico, así como el valor de la pureza”, afirmó.
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