Por Silvia del Valle
En el marco del Encuentro Mundial de las Familias que se llevó a cabo en Dublín, Irlanda, se llegó a la conclusión de que la familia es la solución a muchos problemas que tenemos en la actualidad, y la esperanza de que la sociedad sí puede salir adelante.
Nosotros, como padres de familia, tenemos un lugar preponderante y debemos ser ejemplo para nuestros hijos de cómo se debe vivir en familia.
Y no me refiero a que debemos ser familias perfectas, pero sí que debemos vivir y defender la vida y la familia en todo momento.
Recordemos que la familia es la célula básica de la sociedad, por eso aquí te dejo mis 5Tips para darle su lugar a nuestra vida familiar.
PRIMERO: Comprende. Ponte en los zapatos de los demás
Uno de los problemas más fuertes se da cuando los hijos se sienten incomprendidos o relegados y, por lo mismo, no quieren convivir en familia. Por eso es muy importante hacer empatía y tratar de comprender para actuar como nuestros hijos necesitan y tratando siempre de llevarlos por el camino que lleva a Dios.
En cuanto a tu cónyuge es importante también hacer empatía y tratar de justificar sus actitudes y ayudar a su crecimiento integral.
Muchos de los problemas se dan por situaciones absurdas que no merecen la pena pero que se dan por no ponernos en los zapatos de los demás.
SEGUNDO: Que no te dé pena demostrar tu amor
En la actualidad ya no está de moda expresar el amor y las muestras de cariño se ven como cursis o sin sentido; pero esto es un grave error.
Si nosotros acostumbramos a demostrar cuánto queremos a nuestra familia, les estamos dando un blindaje de seguridad ya que nuestros hijos crecerán seguros de sí mismos y lograrán cumplir sus metas y las rebasarán.
Así nuestra familia estará más allá del qué dirán y de las situaciones complicadas que la sociedad marca.
No buscará hacer lo que está de moda, ni tener lo que todos tienen porque sabrá que tiene lo principal, que es el amor incondicional entre sus miembros. Y eso le será suficiente.
TERCERO: Mantén una buena comunicación familiar
La comunicación es básica, ya que así podrás detectar cualquier problema a tiempo.
Construir un canal de comunicación claro no es fácil, pero mantenerlo abierto siempre es aún más difícil; por esto es bien importante que todos los miembros de la familia sepan que siempre estarán dispuestos a escuchar y acoger cualquier situación que se presente, por muy complicada o difícil que parezca.
La confianza debe estar siempre presente en la familia.
CUARTO: Hagan oración juntos
Familia que reza unida, permanece unida.
La oración es el sustento del alma, y así como hay que alimentar el cuerpo, también es necesario alimentar el alma.
Y cuando se trata de la familia es muy importante tener devociones claras y concretas para que todos los miembros puedan participar en ellas.
Si establecemos dos o tres opciones diarias, nuestros hijos podrán participar de ellas y lograremos hacer oración juntos.
Algunos ejemplos son: la oración antes de los alimentos, el Rosario diario, la coronilla de la misericordia, la Misa diaria, etc.
Y QUINTO: TU familia es primero
Es importante que siempre pongamos a nuestra familia antes que cualquier otra cosa u ocupación, así haremos todo lo posible por mantenerla unida.
Por lo tanto, nuestra familia debe estar por encima de cualquier compromiso social, de cualquier situación de trabajo que la afecte, de cualquier amistad que agreda a alguno de los miembros, y hasta por encima de la familia extendida, en caso de tener situaciones complicadas con la suegra o el suegro. Nuestro deber es mantener a salvo nuestro núcleo familiar y defenderlo de cualquier ataque, venga de donde venga.
Es por esto que debemos tener claro que nuestra familia es primero y que todo lo demás pasa a un segundo lugar.
Si logramos darle este lugar, nuestra familia estará segura y nosotros podremos tener una vida tranquila y llena de amor.
La sociedad necesita testimonios así para no perder la fe en la familia y lograr rescatar esta institución tan vital.
@SilviaMdelValle @smflorycanto
Publicado en la edición impresa de El Observador del 2 de septiembre de 2018 No.1208
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