“Jesús aparece muy libre, completamente abierto a la libertad del
Espíritu de Dios, que no está limitado en su acción por ninguna
frontera, por ninguna barrera”, explicó el Papa Francisco en su
comentario sobre el Evangelio de este 30 de septiembre. Con motivo del
Ángelus dominical, en la Plaza de San Pedro, el Papa hizo hincapié en la
lección que debe aprenderse: “Jesús quiere educar a sus discípulos, a
nosotros también hoy, a esta libertad interior”. “Que la Virgen María,
modelo de acogida dócil de las sorpresas de Dios, nos ayude a reconocer
los signos de la presencia del Señor”, concluyó el Papa.

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