Tras la tempestad… ayudar

Sonia Gabriela Ceja Ramírez

willa EDIT

Al cierre de la edición de Semanario, se preveía que el huracán Willa tocara tierra en los límites de las costas de Nayarit y Sinaloa.
Mientras tanto, el padre Francisco de Asís de la Rosa Patrón, coordinador de Cáritas Diocesana de Guadalajara, señaló que la institución mantiene el contacto permanente con Cáritas Mexicana, quien constantemente monitorea las posibles situaciones de emergencia para dar respuesta inmediata ante una eventual contingencia.
Dijo que de ser necesario, se informará a la población la manera de colaborar con quienes resulten afectados y la coordinación se hará mediante la estructura de Cáritas, desde las Cáritas Diocesanas hasta las Cáritas Parroquiales.

En Autlán, solidaridad y
devoción al Cristo del Ciclón
Por su parte, Mons. Rafael Sandoval, Obispo de la Diócesis de Autlán dijo que la Iglesia de Autlán está abriendo las puertas de los templos y casas sacerdotales para ayudar a todos los que lo necesiten. Aseguró (al cierre de la edición), que de momento no hay desastres. Hay mucha lluvia pero hasta el momento sin pérdidas humanas que lamentar.
Explicó que el mayor riesgo es en las zonas bajas de la región. El martes que el señor Obispo realizó un recorrido por diversas zonas, comentaba que las lluvias, a pesar de ser copiosas, eran intermitentes, lo que permitía desahogar el agua y que se registraran pocas inundaciones.
Señaló que con algunos lugares, era imposible establecer comunicación a falta de señal de teléfono: “Las partes más difíciles ahorita son la parroquia del Tuito, parroquia que se convirtió en albergue. Estamos trabajando en colaboración con las autoridades, pero gracias a Dios hasta ahorita no hemos tenido problemas”.
Hasta el mediodía del martes el clima era de incertidumbre. El señor Obispo dijo que como en situaciones anteriores similares, Cáritas Diocesana está preparada para hacer frente a las necesidades. Señaló que la gente se mantiene unida y solidaria.
Dijo que ante este tipo de desastres naturales, los pobladores de la región se encomiendan al Cristo del Ciclón o Cristo de los Brazos Caídos cuya imagen se venera en Barra de Navidad.
Cuenta la leyenda que el 1° de septiembre de 1971, una gran atormenta azotaba a la población, por lo que muchas personas se refugiaron dentro de la Iglesia haciendo fervorosas oraciones, cuando de pronto el Cristo bajó los brazos y la tormenta cesó. Dese entonces se le tiene gran fe ante los fenómenos meteorológicos.

Puerto Vallarta se encomienda a la Virgen de Talpa
En Puerto Vallarta, el martes al mediodía la situación permanecía en calma, así lo dio a conocer el Pbro. Juan Luis Casillas Martínez, vocero de la Diócesis de Tepic, demarcación eclesiástica a la que pertenece el puerto jalisciense.
“La Diócesis de Tepic tiene dos partes costeras, la que está cargada hacia Bahía de Banderas que es donde se encuentra Puerto Vallarta, y la que está cargada hacia el norte, donde se ubican San Blas, Santiago Ixcuintla y Tecuala”.
Señaló que lo que se vivía en Vallarta el día martes era únicamente la cola del huracán: “De acuerdo con los informes de Protección Civil, aquí en Puerto Vallarta solo va a dejar lluvias y oleaje fuerte en las próximas horas, y luego todo volverá a la normalidad.
“En Nayarit, yo me he comunicado con algunos de los sacerdotes, párrocos de las comunidades en donde todavía no llega pero que también están experimentando lluvias, que son como el aviso de que el huracán ya va para allá. Estos sacerdotes me comentan que están siguiendo las indicaciones de las autoridades civiles y están colaborando con ellos para sensibilizar a la gente y promover que atiendan las indicaciones.
“Hay lugares como Mezcaltitán que es una isla donde desde ayer (lunes) salió la gente para resguardarse en albergues.
“El párroco de San Blas me decía que su parroquia estaba también dispuesta como albergue pero todavía no se necesita. Han movilizado a la gente que está más cerca de la playa. Pero la gente permanece tranquila porque ya tiene experiencia en este tipo de eventos.  
“Hay grupos parroquiales, como en el caso de la parroquia de Santiago Ixcuintla, que se están organizando para asistir a las personas que se encuentran en los albergues, y ese es el trabajo que como Iglesia estamos haciendo para dar respuesta inmediata.
“Puesto que la categoría del huracán bajó a 3, según lo dicho por las autoridades, se espera que los estragos sean menores”.
Añadió que en otras ocasiones las acciones de ayuda se coordinan a través de la pastoral social de las parroquias.
Dijo que autoridades eclesiásticas y autoridades civiles trabajan coordinadamente sobre todo creando canales de comunicación con la población.
Refirió que la gente de Puerto Vallarta se mantiene alerta y en oración también para apoyar a la otra región costa de la diócesis y se encomiendan particularmente a la Virgen de Talpa, patrona de la diócesis y cuyas imágenes peregrinas están en este momento de visita por todo el territorio diocesano: “Estamos en un Año Jubilar que concluirá el 19 de septiembre de 2019. Hoy por ejemplo, la Virgen está en mi parroquia y desde ayer que la recibimos, la intención ha sido pedir su intercesión por un buen temporal.
“Cada región tiene su devoción local, por ejemplo en Santiago tiene mucha presencia el patrono, que es el Señor de la Ascensión que es un Cristo Crucificado y la gente le tiene mucha devoción, en San Blas, a San Blas Obispo, pero a nivel diocesano la Virgen de Talpa, patrona de la Diócesis”.

En Colima, dos personas ahogadas
En Colima, las afectaciones que dejó el paso el huracán Willa fueron las lluvias constantes y densas que de manera especial afectaron al puerto de Manzanillo. Así lo explicó el padre Óscar Llamas Sánchez, encargado de Pastoral de la Comunicación de la Diócesis de Colima, quien añadió que en el puerto se suspendió la navegación a todas las embarcaciones.
Dijo que en Manzanillo y su zona conurbada si resultaron inundadas algunas colonias. “También ha llovido intensamente en la parte de Armería y Tecomán. En la ciudad de Colima y los municipios conurbados la lluvia ha sido frecuente también pero sin dejar daños graves, solo la interrupción de algunas carreteras, como la que va a Minatitlán, así como algunas calles bloqueadas por el tráfico y las inundaciones.
“En balnearios como El Paraíso, Tecomán y Pascuales las olas han alcanzado gran altura, lo que provocó que se ahogaran dos personas”.
Se presume que las personas ahogadas no eran de la región: “Parece que iban a llevar a tirar las cenizas de un difunto, se metieron en una lancha, y por el alto oleaje la lancha volcó y estas dos personas perdieron la vida”.
Aunque el huracán Willa abandonó sin estragos la región colimense, la población se mantiene alerta ante la proximidad de la tormenta tropical Vicente que también se ubica en el Pacífico.
Añadió que el patrono de la ciudad de Colima es San Felipe de Jesús por lo que siempre se le invoca: “Para prevenir erupciones del volcán, terremotos que son también frecuentes, inundaciones y tempestades”.
Finalmente señaló que la Pastoral Social de la diócesis permanece atenta a las situaciones que pudieran presentarse, ya sea en la diócesis o en otras Iglesias que lo necesiten.

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