Se trata del P. David Jasso, quien llegó a ser directivo del Club de Fútbol Monterrey de México, pero lo dejó todo para dedicarse al sacerdocio y hoy ejerce su ministerio en la Arquidiócesis de Monterrey.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Jasso explicó que su encuentro con el nuevo director técnico de la selección mexicana fue “algo casual”, en el marco de su paso por Ciudad de México para participar en la reunión de vicarios de pastoral convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El sacerdote aprovechó su paso para visitar a su amigo Miguel “el Piojo” Herrera, exentrenador de la selección mexicana y actual director técnico del Club América, campeón de la Liga MX 2018.
“Coincidió que el América estaba entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana, donde de ordinario entrena la selección. Fui a ver el entrenamiento y mi sorpresa fue que ahí estaba el Tata Martino, que salió un momento de su oficina para ver el entrenamiento”.
El sacerdote recordó que conoció a Martino años atrás, “cuando trabajé como gerente deportivo en el Club de fútbol Monterrey”.
En esta ocasión, dijo, “me volví a presentar, obviamente ahora como sacerdote. Nos dimos un abrazo y platicamos un poquito de fútbol”.
“Bromeando, le decía yo: ‘Estoy bien yo por derecha si se ofrece algo, pero ahora más bien la derecha de mi mano para bendecirte’, y le ofrecí mi bendición”.
Dijo que el nuevo entrenador de la selección mexicana “aceptó los buenos deseos y la bendición”.
El P. Jasso destacó que “Dios quiere nuestra alegría y el fútbol en este país da muchas alegrías, como fenómeno social. Estamos llamados a dar lo mejor de uno mismo, y ojalá que el Tata Martino, su cuerpo técnico y los jugadores convocados den lo mejor de sí mismos para bien de la selección mexicana y obviamente de la alegría del país”.
El sacerdote subrayó que “el fútbol, como cualquier deporte es un camino de santidad en la vida cotidiana”.
“La exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, del Papa Francisco, nos invita precisamente a descubrir cómo incluso la señora que se aguanta un chisme o el señor que va camino al trabajo en una sociedad como esta, también se santifica, al tolerar, al aguantar”.
“Quien hace esfuerzo al jugar, quien cumple las reglas de juego, quien respeta la autoridad del árbitro, quien pasa la pelota para que otro en mejor condición meta el gol, por supuesto que está dejando de ser él mismo para ser comunidad. Y evidentemente el fútbol es camino de santidad”, señaló.
El P. Jasso recordó que “la FIFA es ‘Federación Internacional de Fútbol Asociación’. No se juega el fútbol solo, se juega en equipo y el equipo es la mejor representación de la comunidad y la cancha es la mejor representación de la vida”.
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