Nuevos Canónigos fortalecen Cabildo Eclesiástico

Rebeca Ortega Camacho
Fotos: Daniel Tadeo/ Alan Becerra /
Diácono Eduardo Pelayo

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Canónigo, es el título honorífico que se les da a algunos Presbíteros que atienden el servicio religioso en la Catedral y que conforman el Cabildo Eclesiástico. “No hay propiamente un número determinado de cuántos deban ser”, señaló el Canónigo Rafael González Reynoso, Presidente del Cabildo Eclesiástico, y añadió que por el fallecimiento de algunos miembros, el Cabildo se redujo a once Canónigos; pero, con el nombramiento de los cuatro nuevos presbíteros, el Cabildo estará conformado por 15 Canónigos en activo.
“Se llaman Canónigos por estar conforme a los Cánones; se es ‘Canónigo’ por lo ‘Canónico’. Canónico es lo establecido en las Leyes de los Cánones, y Canónigo, la persona. Se nombra Canónigos a los Sacerdotes que destaquen por su Doctrina y por su integridad de vida. Antiguamente, al nombramiento de Canónigo se le llamaba Canonjía como un beneficio, como un regalo, como un honor; ahora no se considera un beneficio; más bien, un oficio, un trabajo, una labor, un servicio”, señaló el Canónigo y Monseñor Ramiro Valdés Sánchez (acaecido el 7 de febrero de 2016), en una entrevista para Semanario realizada en 2015. (“Cabildo Catedralicio”, Edición 945 de Semanario, Marzo 2015).
Entre las actividades de un Canónigo se encuentran: asistir cada mañana, a las 9.15 horas, a la Catedral de Guadalajara para el rezo de la Oración de Laudes. Al terminar, sigue la Celebración de la Misa Conventual con todos los Padres Capitulares (Canónigos), y los Sacerdotes que no tienen cargo de Confesiones en la Catedral, se retiran. Por la tarde, otra vez deben reunirse a las 17.30 horas para el Oficio de Lecturas Sagradas y Vísperas. Terminando, los que no tienen atención de Confesiones se retiran para atender sus otras labores ministeriales.
Antiguamente, los Canónigos eran nombrados desde El Vaticano; aquí se proponían y allá se designaban. También los Títulos de Dignidades se adquirían por concurso de méritos y examen. Actualmente, para la elección de los nuevos Canónigos, el Cabildo presenta a los candidatos al Arzobispo, se hace una “especie de sondeo” y se eligen de entre todo el clero de Guadalajara. La lista de candidatos se presenta al Arzobispo y él decide y hace la invitación. Algunos aceptan y otros no.
Un Canónigo puede renunciar, o si comete alguna falta grave puede ser removido de su cargo. “No es un título vitalicio. Hay sacerdotes que no pueden atender la Canonjía y piden retirarse, algunos jubilarse o renunciar a la Canonjía”, mencionó Don Ramiro Valdés. De igual manera, destacó que a lo largo de la Historia del Cabildo en Guadalajara han sido nombrados Obispos, 31 Canónigos. 

Escogidos por el Señor
A las 9.30 horas del 11 de septiembre, se llevó a cabo la Santa Misa en la Catedral Metropolitana en la que asistieron los recién nombrados Canónigos y todo el Cabildo Eclesiástico. La Eucaristía fue presidida por el ahora Canónigo Enrique Silva, párroco de Nuestra Señora del Sagrario. En su homilía, señaló “… del Evangelio, que lo leí desde la mañana, me llamó la atención esa parte en la que Dios nos llama como llamó a los apóstoles; el Señor nos escoge, como escogió a cada uno de los apóstoles, pero nos invita a trabajar en equipo”.
Después de la Celebración Eucarística, en la Sala Capitular y en presencia de los miembros del Cabildo Eclesiástico, así como de algunos familiares y amigos, se realizó una ceremonia. Primero se cantó el “Veni Creator Spiritus” (“Ven, Espíritu Santo”); después, cada uno de los nuevos Canónigos proclamó la Profesión de Fe, el Credo; posteriormente, ante un Cristo, cada uno, realizó la profesión para ser partícipe del Cabildo Eclesiástico. Cada uno de los presbíteros estuvo acompañado por sus padrinos.
En esta ceremonia, los nuevos Canónigos, Pbro. José Guadalupe Dueñas, Pbro. Tarsicio Hernández, Pbro. Daniel Hernández y Pbro. Luis Enrique Silva, aceptaron este título honorífico y se han comprometido a orar por las intenciones de la Iglesia de Guadalajara. Y el próximo domingo 23 de septiembre en la Santa Misa de las 12 horas, en la Catedral de Guadalajara, el Arzobispo Metropolitano, Cardenal José Francisco Robles Ortega, los presentará al Pueblo de Dios.
A los recién nombrados Canónigos, el Presidente del Cabildo, Canónigo Rafael González, les dijo: “Les damos la bienvenida, entran en una institución de muchos años para conservar el espíritu de alabanza a Dios, el espíritu de los servicios que como tal hacemos a la Iglesia Diocesana y sobre todo, asumir la oración como parte de la intercesión de toda la Diócesis, por todas las necesidades, ese es nuestro cometido; estar alabando y bendiciendo a Dios en el rezo y en el canto.
“Nos da gusto que entren estos nuevos hermanos a formar parte de este grupo y eso nos motiva, entre más seamos, más alabanza; nos reconforta y motiva a unirnos en esa intercesión a Dios y nos da gusto que hayan aceptado. Los recibimos con mucha alegría, con mucha ilusión y esperanza”.

Cabildo Eclesiástico
Los nuevos canónigos formaran parte del Cabildo Eclesiástico. De acuerdo con el Canon 503 del Código de Derecho Canónico, señala que: “El Cabildo de Canónigos, catedralicio o colegial, es un Colegio de Sacerdotes al que corresponde celebrar las funciones litúrgicas más solemnes en la Iglesia Central o en la Colegiata; compete, además, al Cabildo Catedralicio, cumplir aquellos Oficios que el Derecho o el Obispo Diocesano le encomienden”.
“El Cabildo era un organismo que estaba al auxilio del Obispo. Después de la reforma del Concilio Vaticano II, el Cabildo ha pasado a ser un instrumento de alabanza a Dios y atender la Catedral, sede del Obispo. El Cabildo se encarga de la alabanza, del culto, del cuidado del edificio, con algunas otras encomiendas que le puedan dar; pero, fundamentalmente es la alabanza, el esplendor de la liturgia en este lugar y motivar a que el pueblo participe, también ofrecemos el Sacramento de la Confesión al pueblo”, señaló el Canónigo Rafael González, párroco de San José de Analco.
En la Arquidiócesis de Guadalajara, el Cabildo Catedralicio ha perdurado por más de 460 años, y en ese período sus funciones han sido modificadas, pero su importancia se conserva.
“El Cabildo Metropolitano de la Catedral de Guadalajara es una Institución ordenada que se estableciera desde que se fundó está Diócesis por una Bula del Papa Paulo III, en 1548, que al principio se llamó Santiago de Compostela y a los seis años de constituida se formó un Cabildo o Grupo de Canónigos, en 1554”.
“Integraban el Cabildo un Deán, un Arcediano, un Maestrescuelas, un Chantre y también cuatro Canónigos con Oficios: un Penitenciario, un Canónigo Magistral, un Canónigo Lectoral y un Canónigo Doctoral, y había otros Canónigos, unos eran plenos, unos racioneros y otros medio racioneros.
“Además de tener por principal objetivo promover el Culto Solemne en la Catedral, la Celebración de la Santa Misa, el rezo de las oraciones litúrgicas, también se encargaba, el Capítulo, de Asesorar al Obispo y ocupaba algunas funciones, como: Vicario General, Canciller de la Curia Diocesana, encargado de la Economía de la Diócesis y del Tribunal Eclesiástico.
“Después del Concilio Vaticano II, los Cabildos quedaron reducidos al culto, principalmente en la Catedral, y a cumplir las comisiones que el Obispo Diocesano tenga a bien encomendarle. También se determinó quitar los títulos, funciones y servicios. Sólo quedó el de Penitenciario; es decir, el Sacerdote autorizado, por su oficio, para absolver pecados graves que tienen Censura Eclesiástica. El Penitenciario formalmente es uno, pero el Arzobispo, dado el grande número de población que tiene la Arquidiócesis, a todos los Canónigos dentro de la Catedral los ha facultado para atender a las personas que cometieron alguna falta grave, que amerita Censura Eclesiástica.
“Mientras que las encomiendas de Asesoría o Consejo al Obispo se adjudicaron a otros dos Organismos que ahora suplen en ello al Cabildo: uno se llama el Consejo Presbiteral, y el otro, Colegio de Consultores. El primero está integrado por representantes de los Decanatos, por Oficio o encargo del Obispo, y el segundo es un grupo más pequeño para casos urgentes, expresamente señalado por el Código de la Iglesia Católica.
“Los Cabildos no pueden suprimirse, sino por mandato de la Santa Sede, ni pueden cambiarse sus Constituciones ni sus Estatutos. Una vez establecidos, no pueden eliminarse sin permiso expreso de la Santa Sede”. (“Cabildo Catedralicio”, Edición 945 de Semanario, Marzo 2015).

Sede principal
La Catedral es la Cátedra del Obispo, Sede principal en su Diócesis. En este recinto se encuentra la “Sillería Canonical”, conformada por cincuenta sillas, y al respecto el entrevistado advirtió: “Esa sillería es muy hermosa, y hecha hace mucho tiempo con madera traída de Amatlán de Cañas, Nayarit. Es muy valiosa, pues tiene más de 200 años”.
La designación de los asientos es de la siguiente manera: el Presidente del Cabildo siempre ocupa la silla de la derecha del Arzobispo; o, si asisten varios Obispos, su lugar es enseguida de ellos. Luego los Canónigos ocupan los lugares subsiguientes por orden cronológico de nombramiento. Dicho orden se sigue igualmente al entrar en procesión para la Celebración de la Santa Misa.
“El Presidente del Cabildo se elige por un período de tres años en una votación secreta. Tiene que resultar por mayoría de votos, y se presenta la votación al Obispo Diocesano, quien ratifica la elección. (El Canónigo Rafael González, desempeña el primer año de su segundo período en el cargo). Es el responsable de que todos los demás compañeros cumplan su función a la que están llamados, como también las tareas que se les encomiendan, por ejemplo celebrar Misa, oír Confesiones, visitar al Obispo o a algún Canónigo cuando se enfermen, entre otras tareas.
“Pero, además, hay un Oficio muy importante: el de Rector de la Catedral (Canónigo Valentín Ruiz Durán), encargado de que todo marche bien en el recinto y estar al pendiente de que cuando haya las Celebraciones más Solemnes se tenga todo en su lugar, dispuesto para el culto”. (“Cabildo Catedralicio”, Edición 945 de Semanario, Marzo 2015).

Integrantes del Cabildo Catedralicio de Guadalajara
Canónigo Rafael González Reynoso (Presidente).
Canónigo Valentín Ruiz Durán (Rector de la Catedral).
Canónigo José Pedro Ortega Pelayo.
Canónigo Hermión Aranda de Alba.
Canónigo Héctor Tomás Gómez Mendoza.
Canónigo Fernando Lugo Serrano.
Canónigo Carlos Álzaga Díaz.
Canónigo Víctor Daniel Contreras Orozco.
Canónigo Catalino Quiroz Pinedo.
Canónigo Sotero Torres González.
Canónigo Florentino Gómez Pérez.
Canónigo Rafael González González. (Jubilado)

Nuevos
Canónigo José Guadalupe Dueñas Gómez.
Canónigo Tarsicio Hernández Rodríguez.
Canónigo Daniel Hernández Rosales.
Canónigo Luis Enrique Silva Álvarez.

EN RECUADRO

Horario de Oficios Litúrgicos
9.15 Hrs. Rezo de Laudes y Hora Intermedia.
9.30 Hrs. Misa Conventual (concelebrada, por las intenciones de toda la Arquidiócesis).
17.30 Hrs. Rezo de Oficio de Lectura y Vísperas.
18 Hrs. Misa, que celebra alguno de los señores Canónigos, y posteriormente Rezo del Santo Rosario.
l Confesiones en la Catedral, de las 9 a las 13 horas y de las 17 a las 19 horas. Todos los días.
l El rezo de las Horas Litúrgicas en la Catedral no es exclusivo del Cabildo; todos los fieles están invitados a participar. Existe una dotación de libros que se les prestan a los fieles para que sigan la oración; además, en algunas ocasiones, pueden ocupar los lugares de la Sillería Canonical.
EN RECUADRO

HÁBITO CORAL
l El hábito coral corresponde a la vestimenta común de religiosos, sacerdotes, canónigos, obispos, cardenales y en general, todas las jerarquías y subjerarquías eclesiásticas, que se utiliza en el Coro de la Iglesia para rezar el Oficio Divino, o participar de la Misa comunitaria.
Toma el nombre de coral como generalización por los canónigos, quienes se revisten con roquete, muceta y llevan estola para participar en los Oficios Litúrgicos.

Elementos
Sotana: (Del Latín Subtanam, vestido). Es una vestidura talar generalmente de color negra, de mangas largas. 
Banda o fajín: Cinturón de la Sonata.
Roquete: (Del latín rochetum, roquete, hábito). Especie de alba corta, hasta la altura de las rodillas, que se usa sobre la sotana o el hábito religioso. También es llamado sobrepelliz.
Muceta: Indumentaria que se coloca sobre la sobrepelliz. Indica su esta clerical de canónigo.
Birrete: (Del latín biretum). También llamado Bonete. Es un gorro cuadrado de color negro o púrpura, con tres esquinas elevadas y coronadas en el centro por una borla.

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