En primer lugar, el logotipo muestra una cruz y una media luna -la cruz cristiana y la media luna musulmana- que muestran la dimensión de la reunión diálogo interreligioso entre cristianos y musulmanes en la participará el Papa Francisco y el líder de los creyentes en Rabat, 800 años después de la reunión de San Francisco de Asís con el sultán.
Los colores utilizados son los de los dos países: verde y rojo para Marruecos, amarillo y blanco (el fondo) para el Vaticano.
El lema de la visita es “Siervo de la Esperanza” porque consideran al Santo Padre como el siervo de los siervos de Dios, pero también es la recuperación del título de la carta pastoral a los Obispos de la Conferencia Episcopal Regional del Norte de África (CERNA) entregada por el Papa Francisco durante la última visita ad Limina en marzo de 2015.
Por último, el nombre de Marruecos escrito en árabe para honrar al país que lo invita.
El Papa visitará las ciudades de Rabat, capital de este país norteafricano, y Casablanca. La Iglesia Católica en Marruecos, organizada en dos Archidiócesis, la de Tánger (de carácter hispano) y la de Rabat (francófona) tiene numerosas obras educativas y caritativas que atiende a todo tipo de población sin importar la religión, raza o lengua, aunque siempre con el límite de no poder evangelizar.
Con una población de 32 millones de habitantes, el 99% se declaran musulmanes suníes. Además de lengua árabe, gran parte habla bereber, sobre todo en el norte y el interior del país. Por su pasado colonial, el francés y el español también están presentes en Marruecos.
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