<Aunque tratemos de ignorarlo, la esclavitud no es algo de otros tiempos.
Ante esta trágica realidad, no podemos lavarnos las manos si no queremos
ser, de alguna manera, cómplices de estos crímenes contra la humanidad.
No podemos ignorar que hoy hay esclavitud en el mundo, tanto o más
quizás que antes.
Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas y
de la prostitución forzada y de la violencia.

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