Piden por la vida en la 60 Peregrinación de Querétaro al Tepeyac

Pañuelos azules ondearon este 28 de julio por todo el Atrio de las Américas de la Basílica de Guadalupe para pedir por el fin del  aborto y el respeto a la vida humana desde su concepción, en el marco de la Sexagésima Peregrinación de la Diócesis de Querétaro al Tepeyac, misma que fue recibida por monseñor Salvador Martínez, rector del recinto, y por monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de Querétaro.

Como es tradición, la peregrinación inició en el municipio de Landa de Matamoros; esta vez arrancó con un grupo de unas 500 personas. A su paso por los otros municipios de la entidad, el contingente se fue robusteciendo hasta alcanzar aproximadamente 53,000 personas, quienes llegaron al Tepeyac para dar gracias a la Guadalupana por las bendiciones recibidas durante el año, pedirle su intercesión frente a los problemas de la vida cotidiana y manifestarle su amor.

Por la mañana, arribó al Tepeyac un grupo de 1,800 ciclistas queretanos, y durante la mañana fue arribando el contingente de mujeres, que, provenientes de 180 comunidades, alcanzaron la cifra histórica de 26,000 peregrinas, quienes se instalaron en el Atrio de las Américas para escuchar la Santa Misa, misma que fue presidida por monseñor Faustino Armendáriz, quien más tarde dio la bienvenida al contingente de hombres, integrado por unos 28,000 queretanos.

Durante la Misa para el contingente de mujeres, monseñor Faustino Armendáriz les pidió custodiar la vida desde el vientre, como lo hizo María con Jesús. “Con nuestros pañuelos azules digámosle a la sociedad que amamos la vida. Esto es un ‘no’ al aborto. Es un ‘sí’ a la vida y un ‘no’ a la cultura de la muerte. Acudimos a la intercesión de la Santísima Virgen María, que ama la vida. Acudimos a la Virgen, que vino a nuestras tierras trayendo en su vientre a Jesús. Y por eso nosotros también amamos la vida… ¡La Virgen quiere que nazcan los niños!”.

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“Llegar a la Casa de la Virgen de Guadalupe es para mí una emoción muy grande, algo muy bonito, algo que ni siquiera puedo explicar”. Paula Vázquez, 55 años. Guanajuato (Diócesis de Querétaro). 8 años peregrinando.

“Pues caminamos mucho, pero no me siento cansada, sino emocionada, gustosa de ver a la Virgencita, que para mí siempre será mi madre. Vine a pedirle que interceda por la paz del mundo, por los jóvenes, por los niños”. María Socorro García, 68 años. Municipio de Corregidora. 34 años peregrinando.

“Yo peregrino porque ver a la Virgen de Guadalupe es para mí una alegría inmensa, un gusto muy grande. Vengo a agradecerle que me cuida. A pedirle por la vida, para que se acabe el aborto”. Margarita Velázquez, 54 años. Municipio de Santa Rosa Jáuregui. 4 años peregrinando.


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