Cuando pedimos a Dios ‘el pan de cada día’ siempre que rezamos el Padre Nuestro, no sólo le pedimos alimento, sino que nos ayude a perdonar al prójimo, aseguró el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes.
“Cualquiera de ustedes ha de decir ‘ah es la tortillita que no me falte, el aguacate, los frijolitos, la carnita’; no, lo explica luego luego Jesús, dice ‘el pan nuestro de cada día’, es perdonar al hermano”.
“Cuando aprendemos a perdonar, cada día se los aseguro es más fácil seguir perdonando pero cuando nos encaprichamos y decimos ‘este me las hizo y no lo perdono’, entonces nuestro corazón se cierra a la gracia de Dios, que es el amor”, dijo en su homilía dominical.
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El Cardenal realizó una visita pastoral sorpresa a la unidad pastoral con sede en la Parroquia de Nuestra Señora del Pueblito y San Miguel Arcángel, en la tercera Zona Pastoral.
Ahí, durante la homilía, explicó que, como cristianos, no podemos pedir perdón a Dios si no perdonamos a nuestros hermanos.
“¿Saben por qué? porque el perdón, el aprender a perdonar es la puerta del amor; solo perdona el que ama”.
“Cuando ustedes tengan resistencia a perdonar a alguien hay que preguntarse: ‘¿Sabré amar? ¿tengo ya esa experiencia de amor? ¿me he ejercitado en el amor?’; y cuando hemos perdonado, se siente una gran satisfacción porque viene la paz que da el amor de Dios en tu corazón”, puntualizó.
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