Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
En la presentación que escribió el Papa Francisco en el libro “La irrupción de los Movimientos Populares”- Rerum Novarum de nuestro tiempo, recuerda que el “antídoto al populismo y a la política-espectáculo está en el protagonismo de los ciudadanos organizados, creando mundos posibles que luchan por sobrevivir a la obscuridad de la exclusión”. La presentación del libro, se hizo en el Vaticano y en Argentina. En el Vaticano, en la Curia General de los jesuitas.
En el evento organizado por la Pontificia Comisión para América Latina, intervinieron Guzman Carriquirry y Gianni La Bella, que editaron el libro, el Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, y el prefecto del Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson.
Los movimientos populares: la fuerza del nosotros
“Los movimientos populares expresan cómo la “fuerza del nosotros” sea la respuesta a la “cultura del yo” que mira únicamente a la satisfacción de los propios intereses. La “fuerza del nosotros”, cultiva el sueño de un mundo distinto y más humano”. Texto del Papa en la presentación del libro.
El Prefecto dela Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cardenal Marc Ouellet, recordó que el Papa, desde el inicio de su ministerio petrino, ha fomentado y mantenido varios encuentros con Movimientos Populares tanto en el Vaticano como en América Latina, y pronunciando en ellos, varios discursos que forman parte importante de su magisterio pastoral y social, constituyendo también un llamamiento al acompañamiento, sostén y colaboración que deben proporcionar las iglesias locales y las comunidades cristianas para con ellos, como un ejemplo de participación y construcción social cristiana.
Una voz para todos los marginados, los descartados
El purpurado dijo que los Movimientos Populares han ido surgiendo y manifestándose a lo largo y ancho de la geografía mundial como una respuesta de libre auto organización de sectores marginados y excluidos, que van desde respuestas a necesidades muy concretas de pobres y excluidos, hasta otras que se enfocan en el combate político-social. Convierten la dispersión de los excluidos en formas de organización solidaria, la exclusión de los mercados en una participación autónoma en la subsidiariedad, la humillación en una nueva apropiación de la dignidad humana, la marginalidad en una nueva irrupción en la escena pública.
El purpurado recordó el primer encuentro que tuvo el Papa en el Vaticano en octubre del 2014, cuando al dirigirse a los Movimientos Populares, habló en una prospectiva de un mundo de paz y justicia, que exige “nuevas formas de participación que incluyan los movimientos populares y animen las estructuras de gobiernos locales, nacionales, internacionales con ese torrente de energía moral que nace de la implicación de los excluidos en la construcción del destino común”.
Siempre las tres T: Tierra Techo y Trabajo
Francisco con su presencia y sus discursos ha ido acompañando e impulsando creativamente, en la tradición del pensamiento social de la Iglesia, nuevas situaciones históricas y nuevos problemas sociales, nuevos desarrollos de las enseñanzas sociales de la Iglesia. En ello inscribe el Papa Francisco la síntesis del lema que ha acompañado los tres Encuentros con los Movimientos Populares: Tierra, Techo y Trabajo. Ha fomentado y animado a proseguir los Encuentros con los movimientos populares en los niveles nacional y local, y a entretejer la solidaridad de la Iglesia con ellos apoyando sus legítimas reivindicaciones, cooperar para que se integren y participen de la vida de los pueblos y de las naciones para evitar su aislamiento o represión.
Sobre la importancia de los Movimientos Populares para la Iglesia Vatican News entrevistó a Guzman Carriquiry quien recuerda que existe la posibilidad de un cambio, porque los movimientos populares son el Rerum Novarum (cosas nuevas) de nuestro tiempo. Los movimientos populares surgen de las grandes desigualdades suscitadas por el proceso de globalización, desigualdades que en tiempos de crisis y de presión se agudizan cada vez más.
Por su parte, Gianni La Bella ha dicho que el Papa ha hecho una invitación a la comunidad internacional para que se modifiquen las prioridades de la política. Afirmó que no se puede vivir más en un mundo donde algunos tienen todo, y pueden hacer lo que quieren y consumir lo que quieran, mientras que unos pocos no tienen nada y sufren las consecuencias de los abusos que cometen unos pocos.
Los considerados descartados exigen una vida digna, que puedan tener una casa, un trabajo, un futuro y la posibilidad de construir una vida. Debemos compratir los trozos de esta torta, y no hacer como muchos que se comen casi toda la torta y dejan en ayunas al resto.
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