En la homilía de la Misa que se celebró este lunes en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, el Obispo se refirió a los diversos problemas que la pandemia del coronavirus “ha desnudado”, como la creciente pobreza, el desempleo, la desigualdad social, la inseguridad, la corrupción, la brecha tecnológica, entre otros.
El Prelado dijo que ante esta situación, “la responsabilidad de la construcción de la Costa Rica del bicentenario es responsabilidad de todos y de manera particular de quienes nos decimos cristianos y devotos de la Negrita”, como se conoce a Nuestra Señora de los Ángeles o Virgen de los Ángeles.
Por ello, Mons. Blanco propuso cuatro virtudes de la Madre de Dios que los fieles costarricenses pueden imitar para construir un futuro mejor.
1.- Solidaridad: “El evangelio de Lucas, nos dice que María, una vez que el ángel Gabriel le anuncia que será la madre de Cristo, sale presurosa, corriendo hacia las montañas de Judea para ayudar a su pariente Isabel. María se muestra solidaria, ante la necesidad del otro, arriesgando su vida y su salud para colaborar con aquella adulta mayor que necesitaba de su colaboración”, dijo el Obispo en su homilía.
Tras agradecer a muchos que en esta pandemia, también arriesgándose, han salido a atender a enfermos y necesitados, el Prelado resaltó que “la solidaridad nos hace salir de nosotros mismos, de nuestras comodidades, de nuestros intereses, muchas veces egoístas, para pensar en el otro y ponernos a servir al otro, sintiéndonos responsables todos de todos”.
“Por esto, la virtud de la solidaridad, debe seguir brillando en esta reconstrucción de nuestro país”, aseguró.
2.- Empatía: “San Juan relata en su evangelio la preocupación de María ante la falta de vino en las Bodas de Caná, una preocupación que no se queda en la lástima ni mucho menos en la crítica. María es una mujer empática, que la mueve a buscar una solución ante la necesidad del hermano”.
Generalmente, explicó el Obispo Auxiliar de San José, es posible que “no tengamos la solución de todos los problemas en nuestras manos, pero la empatía nos debe mover en la búsqueda de soluciones en conjunto, dejando la crítica destructiva y cualquier interés personal, económico, partidista o de cualquier índole de lado para trabajar por el bien común”.
3.- Responsabilidad: “San Lucas presenta un episodio en la vida de la familia de Nazaret, que conocemos como el niño Jesús perdido y hallado en el templo. Jesús de 12 años se queda en el Templo de Jerusalén después de una peregrinación. María y José, conscientes de su responsabilidad de padres, regresan a buscar a Jesús”.
El Obispo recordó que “ellos, aun sabiendo que Jesús es el Hijo de Dios, conocen su compromiso de cuidarlo y educarlo y, Jesús, nos dice la Escritura, se mantuvo bajo su autoridad”.
El Prelado resaltó que “el futuro de un país pasa por la educación de sus niños. Es un derecho inalienable de los padres de familia educar a sus hijos según sus creencias. Llamamos a todos los padres de familia a asumir esa responsabilidad y velar por la educación integral de sus hijos”.
Asimismo, continuó, “la responsabilidad implica hacer lo que corresponde según las funciones que se desempeñen, con honestidad, con empeño, con probidad y con integridad. Si todos realizamos lo que nos corresponde responsablemente, el trabajo de construcción de la Costa Rica del bicentenario será menos difícil”.
4.- Comunión: “Los Hechos de los Apóstoles, nos narra que María está con la comunidad apostólica, unida en oración y en la fracción del pan. María es una mujer de comunión, no crea polarización”.
En estas primeras comunidades cristianas, continuó Mons. Blanco, “no existían intereses particulares, sino que se trabajaba por el bien común, por el bien de todos los hermanos”.
“Esto no es nuevo en Costa Rica, ya en los años cuarenta del siglo pasado, nuestros abuelos, dejando de lado rencillas y diferencia ideológicas y partidistas construyeron una nación, teniendo como base la Doctrina Social de la Iglesia, que buscaba la solidaridad, el bien común, las garantías sociales para todos y, creando instituciones como la CCSS (Caja Costarricense del Seguro Social) la cual hoy también debe ser protegida y fortalecida”.
El Prelado pidió también que a poco de iniciarse oficialmente la campaña política para las próximas elecciones “de nuevos gobernantes, no permitamos que elementos, meramente partidistas, busquen polarizar al país”.
Para concluir, el Obispo alentó a encomendar “nuestra nación a la maternal intercesión de María y pidamos la gracia para imitar sus virtudes de solidaridad, empatía, responsabilidad y comunión”.
Nuestra Señora de los Ángeles es una advocación mariana originaria de España que llegó a América en el período de la Conquista y fue declarada Patrona de Costa Rica por el Congreso de la República en 1824.
Fue ratificada como Patrona en los años 1924 y 2002 por el mismo Congreso; y en 1926 se le concedió la Coronación Pontificia.
En 2016 se celebró el 380 aniversario del hallazgo de la imagen mariana en la ciudad costarricense de Cartago.
La imagen es pequeña y está hecha de roca volcánica, grafito y jade. Su color es negro y por ello a la Virgen se le llama cariñosamente "La Negrita".
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