Durante el encuentro ecuménico se leyeron textos de la Carta a los Corintios y posteriormente el Evangelio de San Marcos. También se realizó una colecta a favor de los más necesitados.
En la homilía, Mons. Mollaghan advirtió que “dividir a la Iglesia es dividir al mismo Cristo” y reconoció “nosotros no podemos solos solucionar las divisiones, sobre todo producidas a lo largo de la historia, donde aparecen unidos frecuentemente el tema de la fe y las determinaciones culturales e históricas posteriores, pero necesitamos conocerlas y pedir por la unidad.
“No permitamos que nos divida la falta de amor”, dijo el Prelado, y agregó: “La humildad y la pequeñez ante Dios nos une. La soberbia nos divide. Él nos concede permanecer unidos en la oración, afianzar la fraternidad, y crecer en la comunión que deseamos”.
“Que nuestra humilde y sentida oración nos permita crecer en la unidad, afianzada en obras concretas, como la que estamos realizando cada vez que nos reunimos con el aporte de todos. Recordemos que el Papa Francisco nos dice que: ‘A través de un intercambio de dones, el Espíritu puede llevarnos cada vez más a la verdad y al bien’”.
De la jornada, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, participaron, además del prelado rosarino, el padre Alejandro Saba, de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa; el pastor Mario Rush, de la Iglesia Luterana; los pastores Juan Carlos Lahitte y Percy Wheeler, de la Iglesia Metodista Argentina; el presbítero Carlos Romagnoli, párroco de Nuestra Señora del Carmen, de la localidad de Fuentes; el pastor Juan Carlos Weiss, el obispo Federico Pagura, de la Iglesia Metodista y el presbítero Juan Masramón, canciller del arzobispado.
Miembros del Movimiento de los Focolares colaboraron en la preparación del encuentro, en el que actuó el coro de la Iglesia Metodista.
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