“¡Torturar a las personas es un pecado mortal! ¡Un pecado muy grave!”, exclamó el Santo Padre.
Francisco indicó que “el 26 de junio próximo se celebrará el Día de las Naciones Unidas por las Víctimas de la Tortura. En esta circunstancia reitero la firme condena de cada forma de tortura e invito a los cristianos a comprometerse para cooperar a su abolición y apoyar a las víctimas y sus familias”.


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