En un mensaje dirigido a más de mil familias filipinas en Manila, el 16 de enero, el Papa Francisco denunció la “nueva colonización que trata de destruir la familia”.
El Papa también advirtió contra los crecientes esfuerzos de “redefinir la propia institución del matrimonio, por el relativismo, por la cultura de lo efímero, por una falta de apertura a la vida”.
El Santo Padre hizo similares afirmaciones en defensa del matrimonio al inicio del día, cuando presidió la Misa en la catedral de Manila: “Proclamen la belleza y verdad del mensaje cristiano a una sociedad que está tentada por presentaciones confusas de la sexualidad, el matrimonio y la familia”.
Luego, Francisco advirtió a los fieles contra “las fuerzas poderosas que amenazan con desfigurar el plan de Dios para la creación y traicionar los propios valores que han inspirado y formado todo lo mejor en su cultura”.
La Misa del 16 de enero en la Catedral de Manila de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, seguida por el encuentro de las familias en el principal escenario deportivo de Manila, estuvieron entre los eventos claves en la agenda del viaje del Papa Francisco a Sri Lanka y Filipinas, del 12 al 19 de enero.
Durante una conferencia de prensa realizada en la noche del 16 de enero (hora local), el jefe de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, confirmó a los periodistas que esta “colonización” de la que habló el Papa Francisco se refiere, en parte, al matrimonio gay.
“Pienso que es bien conocido que la perspectiva de la Iglesia sobre la familia es que la familia está basada en la unión del matrimonio de un hombre y una mujer”, dijo.
Para los católicos la familia es “la unión del hombre y la mujer, y los hijos que vienen de esta unión”, añadió el portavoz vaticano. “Si hay personas que desean tener comunidad en otras formas… esto no es una familia para nosotros”.
El Arzobispo de Manila, Cardenal Luis Tagle, que estaba en el panel en la conferencia de prensa, se refirió a preocupaciones expreadas durante el Sínodo de la Familia de octubre pasado, por parte de obispos y laicos, particularmente de África, sobre el intento de usar ayuda internacional para imponer ideas occidentales sobre el matrimonio y la sexualidad.
De acuerdo a estos obispos, la ayuda internacional “frecuentemente está relacionada a algunas medidas que el país receptor está de alguna forma forzado a aceptar”, dijo el Cardenal.
“Algunas de estas condiciones para la ayuda parecen ser una aceptación o bienvenida de algunas ideas respecto al matrimonio, o sexualidad que podría ser extranjera a la visión o cultura del país receptor”, señaló.
Citando un comunicado del Papa Francisco listando la “falta de apertura a la vida” como una de las amenazas contra la familia, el Cardenal Tagle se refirió a los esfuerzos de la Iglesia con respecto a la reciente legalización de anticonceptivos de Filipinas.
Firmada en 2013 por el presidente filipino Benigno Aquino, la ley de salud reproductiva exige educación sexual para adultos, y estudiantes de escuela media y secundaria aprobada por el gobierno.
La ley también exige anticonceptivos completamente subsidiados bajo el seguro de salud del gobierno. Los Obispos filipinos han sido abiertos opositores de la ley.
“Seguiremos enseñando lo que enseña la Iglesia”, dijo el Cardenal Tagle a los periodistas. “Con o sin la ley, continuaremos nuestra misión”.
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