El Cardenal conversó con ACI Prensa después de la ceremonia y recordó la dramática situación que viven los cristianos en este país, con el peligro del autodenominado Estado Islámico.
“No se cómo describir estas atrocidades. Las víctimas son inocentes, civiles, mujeres, niños. Se trata de una guerra horrible. Quien no crea en el infierno basta que venga a Siria y se dé cuenta de lo que es”.
“Tenemos al corriente de todo lo que ocurre al Papa Francisco. Él quiere venir a Siria, pero no puede si no hay un mínimo de seguridad, tanto para él como para la gente. Si viene tiene que quedarse en la nunciatura, donde se vería con gente, pero ya vemos lo que está sucediendo en Damasco”, explicó el Cardenal al ser preguntado por la posibilidad de un viaje del Pontífice a Siria.
“El Papa no puede asumir esta responsabilidad, ocurriese un incidente... Le tenemos que decir que tiene que esperar un poco por la seguridad de todos, la suya y la de los fieles. Vemos en Damasco enormes cantidades de sangre por los ataques terroristas, los kamikazes que se hacen explotar. Es un baño de sangre”.
El Cardenal subrayó que “hay que acordarse más del sufrimiento del pueblo sirio, de la población civil, sobre todo de las mujeres y de los niños". "Es tiempo de acordarse de ellos y hacer cosas concretas”, pidió.
“Hay pequeños gestos, como la ayuda del Pontificio Consejo Cor Unum con los hospitales. Estos deben trabajar al máximo de su capacidad, ahora no pueden por motivos concretos y costes. Hay que pasar a la acción. Hay que darse cuenta de las cosas que están pasando, de las cosas que no van bien, pero también de los gestos de solidaridad”.
Sobre la Comunidad Internacional opina que “no está haciendo todo lo que podría hacer” y sobre la sociedad afirma que “la solidaridad es muy importante, y también la oración”.
“Deberán caer los ‘muros’ de todo Medio Oriente, no solo de Siria”, añadió. A su parecer, es necesario también “una mayor sensibilización de la opinión pública para hacer presión sobre los gobiernos porque el peligro es que todo sea poco a poco olvidado. Da miedo cuando con el paso del tiempo se va a hablando menos”.
En Siria “hay muchas atrocidades” pero también “muchos ejemplos de gente que desinteresadamente hace el bien. Yo los llamo ‘flores del desierto’. Más de mil personas han perdido la vida llevando ayuda, muchos voluntarios de asociaciones humanitarias”.
La guerra en Siria
El conflicto entre el Gobierno sirio y los opositores al presidente Bashar al Assad se desató en marzo de 2011. Las revueltas sirias comenzaron como protestas pacíficas pero no tardaron en convertirse en una verdadera guerra.
Las autoridades acusan a las fuerzas externas de apoyar con armamento y financiación a grupos terroristas, mientras la oposición denuncia que el Ejército de Al Assad mata a civiles.
Toda la situación se ha visto agravada por el crecimiento del autodenominado Estado Islámico, aunque en los últimos meses la llamada Coalición Internacional –creada para acabar con este grupo terrorista– ha llevado adelante importantes avances.
También te puede interesar:
La incansable labor de la Iglesia Católica a 6 años de iniciada la guerra en Siria https://t.co/krk7hhSgDo
— ACI Prensa (@aciprensa) 17 de marzo de 2017
Publicar un comentario