"Después de un año, fui violada otra vez por un primo que era 10 años mayor que yo. Me llevó al bosque y me violó en su camioneta"Como resultado, me refugié en las drogas, el alcohol y busqué alternar con hombres mayores que yo. Después de un año, fui violada otra vez por un primo que era 10 años mayor que yo. Me llevó al bosque y me violó en su camioneta. Desde ese momento sentí que exhibía un gran cartel que decía: "Viola a esta niña". Mi vida se volvió un lugar oscuro, sentía tanta vergüenza... No quería arruinar a mi familia que es lo que habría pasado si hubiese contado a alguien lo que había sucedido porque sabía que mi primo iría a la cárcel. Además, dudaba de que alguien creyera mi historia.
"Me acabé juntando con personas muy poco recomendables y me expulsaron a los 14 años de la escuela cristiana a la que iba debido a mi comportamiento"Me distancié de mis padres. Yo estaba muy involucrada en la iglesia a la que iba con mi madre, pero me acabé juntando con personas muy poco recomendables para salir a divertirme, entre ellos adictos a la marihuana. Incluso me expulsaron a los 14 años de la escuela privada cristiana a la que iba debido a mi comportamiento. En el segundo año de preparatoria, entré en una escuela pública y pronto conocí a un muchacho con el que comencé a salir. Me llevó a la casa de su primo después de la escuela porque no había adultos en casa. Después de haber fumado marihuana que debió de mezclar con alguna droga, me encerró en la habitación de su primo y me violó. Me dejó en la habitación devastada, y podía oírlo a él y a su primo riéndose de lo sucedido. Yo sólo quería salir de allí y regresar a casa, pero ni siquiera sabía dónde estaba, así que dependía del tipo que me violó para que me devolviera a mi casa.
"Conté a una de mis hermanas mi situación y me aconsejó que abortara. A los 15 años, ni siquiera sabía qué era un aborto"Después de unas semanas, vi que no llegaba la regla. Llamé por teléfono a una de mis hermanas mayores para contarle mi situación y me aconsejó que abortara. A los 15 años, ni siquiera sabía qué era un aborto. Mi madre oyó nuestra conversación, entró en la habitación y me arrebató el teléfono. Pero mi hermana convenció a mi madre de que yo tenía que abortar. Lo cual es sorprendente porque mi madre tenía 9 hijos y era, como ya he dicho, muy devota. Tenía miedo, así que hice un "trato" con Dios: "Por favor, ayúdame a no estar embarazada, si no estoy embarazada, prometo no volver a tener sexo fuera del matrimonio". Mi hermana me llevó a Planned Parenthood en Houston donde me hicieron una prueba de embarazo y confirmaron mi embarazo. Yo estaba en estado de shock. Me dijeron que en esta primera etapa de sólo cinco semanas, "eso" era sólo un trozo de tejido. También me dijeron que tenía que abortar, ya que yo era demasiado joven y todavía estaba en el cole. Me mandaron a otra clínica para que me lo practicaran. En la escuela se lo conté a todas mis amigas y todas me recomendaron un aborto. Todo el mundo me decía que realmente: "No es gran cosa, la gente lo hace todo el tiempo, especialmente si todavía están en el colegio".
"Absolutamente nadie me sugirió que me quedara con el bebé o que lo diera en adopción"Absolutamente nadie me sugirió que me quedara con el bebé o que lo diera en adopción. Sentía que el aborto era mi única opción y carecía completamente de educación sobre el embarazo. Yo estaba llena de vergüenza y culpa, incluso antes del aborto. Cuando le dije al tipo que me había violado que estaba embarazada y necesitaba dinero para un aborto, él negó ser el padre, lo que incrementó mi vergüenza. Sin embargo, bajo la presión de mi hermana, decidió pedir dinero en el cole para poder costear el aborto y entregó a mi hermana un montón de billetes. Alrededor de octubre de 1983, mi mamá y mi hermana me llevaron al centro de aborto. Mi padre nunca se enteró hasta más de 20 años después. Ni mi mamá ni yo éramos conscientes de lo que un aborto hace a un bebé o de lo que le supone a una mujer, pero ella sabía lo suficiente como para ocultárselo a mi papá. Recuerdo que mi madre estaba horrorizada después de darse cuenta de que había mujeres en la sala de espera con embarazos mucho más avanzados que el mío, y me dijo: "¿Qué están haciendo todas estas mujeres aquí? Parece que están a punto de parir". [caption id="attachment_62698" align="aligncenter" width="960"]
"He oído decir que el aborto es como una violación, y es cierto, pero peor que la violación debido al nivel devastador de violencia que conlleva"Podía oír y sentir todo lo que me estaba sucediendo. Nunca había ido a un ginecólogo antes, y sentía que todo mi interior estaba siendo arrancado de mí. He oído decir que el aborto es como una violación, y es cierto, pero peor que la violación debido al nivel devastador de violencia que conlleva. La violencia y el dolor del aborto son más extremos en mi memoria que la violencia y el dolor de las violaciones. Estaba sangrando profusamente cuando me fui. Mi madre y mi hermana me llevaron a un restaurante pero me desmayé porque estaba emocional y físicamente muy dañada. Después de eso, el aborto fue un tema tabú para ellas. A partir de ahí, caí en las drogas, alcohol y promiscuidad. Yo estaba completamente vacía espiritualmente, me rebelaba contra mi educación cristiana. Me sentía entumecida, sin ganas de vivir. A medida que iba experimentando todos estos sentimientos, tratando de llenar este enorme vacío dentro de mí, comencé una relación muy abusiva con un muchacho y finalmente me casé con él a los 19 años. [caption id="attachment_62699" align="aligncenter" width="960"]
"Me di cuenta de que Dios había estado trabajando en mí para hacerme ver que muchos de los problemas en mi vida fueron causados por mi aborto"Un día, en mi emisora de radio cristiana local, comenzaron lo que llamaron el “baby shower” más grande del mundo a favor de centros de apoyo para mujeres embarazadas. Oí a una mujer hablando de los centros, y supe que tenía que coger el teléfono, llamarla y ponerme a su disposición para poder decir a otras mujeres la verdad del aborto. Me di cuenta de que Dios había estado trabajando en mí para hacerme ver que muchos de los problemas en mi vida fueron causados por mi aborto. Hasta ese momento, todavía me consideraba pro-elección, porque me sentía como si me hubieran obligado a tener un aborto y realmente no me habían dado otra opción. Cuando visité el centro de apoyo para mujeres embarazadas en el centro de Houston, la directora me preguntó si alguna vez me habían practicado un aborto, y rompiendo mi silencio, le conté mi historia. Y me dijeron que para poder ser voluntaria en este centro tenía que participar en un taller de sanación después del aborto llamado "Belleza en lugar de cenizas". ¡Era tan alentador el escuchar que algo así existía! Este taller me salvó la vida. Mi esposo abusivo no quería que participara y tampoco quería que fuera voluntaria en el centro. Fue una gran batalla volver al Señor, pero recibí mucha sanación a través de este taller. Tuve la oportunidad de bautizar a cada uno de mis seis bebés, y Dios me curó para poder ayudar a otras personas y cambiar mi vida. Durante este tiempo, también había comenzado a asistir a la iglesia con mi papá. Como dije, él era evangelista, así que yo tenía miedo de contarle mi aborto. Fue casi 20 años más tarde de aquel horror, mientras yo estaba participando en el estudio de sanación, cuando se lo conté. Se quedó muy afligido por la noticia de haber perdido a un nieto. Me dijo: "Si hubiera sabido que iba a tener un nieto, yo mismo habría criado a ese bebé".
"El aborto fue la decisión más egoísta que he tomado en toda mi vida"El aborto fue la decisión más egoísta que he tomado en toda mi vida. Afectó a todos en mi vida y causó devastación en mi mente, alma y cuerpo. Causó la pérdida de mis otros cinco bebés, mi infertilidad, y también estoy convencida de que me causó cáncer de mama a la edad de 45 años en 2014. Las investigaciones han demostrado que el aborto puede causar cáncer de mama especialmente cuando es practicado a temprana edad. Hay sanación para corazones y vidas rotas después del aborto, a través del amor y perdón de Jesucristo. Su Cruz del Calvario elimina toda vergüenza, amargura, odio y pecado, sólo necesitamos creer y recibirlo en nuestro corazón. Ruego que cualquiera que lea este testimonio que esté considerando el aborto para sí misma o para alguien más considere la posibilidad de buscar ayuda en un centro de apoyo para mujeres embarazadas donde le proporcionen información sobre todas sus opciones. Estoy convencida de que si alguien me hubiera llevado a un centro de apoyo para mujeres embarazadas, no hubiera abortado. Quiero que todos sepan que el aborto no arregla la violación y que la experiencia del aborto es más perjudicial física y emocionalmente que la violación en sí. Mi hijo tenía todo el derecho a la vida y yo haría cualquier cosa a mi alcance para tener a ese niño en mis brazos, o para haberlo entregado a una pareja amorosa que lo hubiese amado en lugar de haberlo matado".
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